¡Magos!. ¡Adiós a la emoción humana! ¿Será que este es el fútbol del futuro?


 ¡Que los magos vuelvan! que el tiempo se detenga para aquellos que más que jugar, son el juego.

Se juega el mundial de Qatar 2022, hay expectativas para ver la magia del juego a través de estrellas como Messi, Cristiano, Lewandowski, Modrić, Neymar y muchos otros; se espera verlos en una actuación épica y dialéctica entre construir y deconstruir. Su grandeza se caracteriza por su amor, emoción y precisión con el balón, poseedores de una técnica excepcional que raya en la maestría, una fortaleza mental capaz de superar cualquier obstáculo; pero, sobre todo, valentía para correr riesgos mientras se juega en medio del peligro. 

La fantasía aparece cuando se tiene el balón en los pies y el cerebro funciona como un sistema de última generación. En este punto, el tiempo se detiene y el adversario se mueve en cámara lenta, aparece la creatividad, la filtración, el regate como una daga que rompe defensas y estructuras mecánicas e instrumentales.

Los genios, los magos, no tienen que envidiar nada porque cada uno tiene sus propios atributos, ¿iguales o diferentes? es un asunto de percepción, y mientras su majestad, la percepción exista, no hay comparación. Para los genios el balón es un pincel, y la cancha el lienzo donde se expresa la fantasía y la creatividad; para otros, es un puñal que se maneja con alta precisión con la cual se deshace, se filtra y se destruye el bloque adversario.

¿Dónde están los magos? es la pregunta que se tendría que hacer hoy. El mundial de Qatar ha mostrado una dinámica diferente a la imaginación, al riesgo, a la fantasía; prevalecen las estructuras rígidas y tacañas con autómatas en un esquema mecánico, hasta parece que se volvió realidad la frase “se juega a no perder”, al punto que las llamadas “faltas tácticas” solapan una cantidad de infracciones y de intenciones que van en contra de la belleza del juego. 

La tecnología supera lo humano, no se permite la lucidez que ofrece el sentimiento y la emoción cuando se tiene el balón. Todo se reduce a datos fríos e inertes como la distancia recorrida, pases realizados, porcentaje de tenencia. Hoy, el computador es el que decide. ¡Adiós a la emoción humana! ¿Será que este es el fútbol del futuro? 

Ojalá se vuelva sobre la creatividad, inteligencia y valentía de jugar para ganar. ¡Que los magos vuelvan! que el tiempo se detenga para aquellos que más que jugar, son el juego. Hay que soñar; así como en la vida, hay que volver a la abundancia, a la fertilidad para desafiar la mezquindad, la tecnología y el automatismo

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