La pasión y dedicación de un gran cantante como Roberto Carlos


Se habla de que el Rey Blanco del Brasil incluiría a Colombia en su próxima gira por latinoamérica. 

Roberto Carlos sigue siendo la encarnación de un artista en constante movimiento. Viaja por el mundo con la misma pasión y dedicación que quienes comenzaron su carrera ayer, pero con la serenidad de quienes han vivido mucho, pero no tanto. No importa si se trata de pequeñas ciudades o metrópolis, teatros íntimos o grandes arenas; cada espectáculo lleva el mismo destello ante los ojos de quienes entienden que la música es el único camino que nunca termina. Sigue yendo donde está el pueblo, pero siempre regresa a su pueblo, a sus raíces, al lugar de donde vino y donde encuentra su esencia.

Fue a mediados de la década de 1950 que Roberto Carlos dejó Cachoeiro de Itapemirim y partió hacia Río de Janeiro, en busca de su sueño de convertirse en cantante profesional. Todavía un adolescente y lleno de esperanza, llegó a la gran ciudad para hacer música su vida y su mediana edad. Y fue allí, entre las calles llenas de gente desconocida a su alrededor y edificios históricos de una época en que la ciudad de Río todavía era la capital federal, que Roberto encontró las primeras etapas. A menudo cubiertas de lienzo solamente, estas etapas representaban el comienzo de una brillante trayectoria. Ahí es donde Roberto comenzó a trazar su destino y hoy, al regresar, probablemente siente que el tiempo reafirma una profunda conexión con el lugar donde todo comenzó.

A lo largo de su vida, Roberto ha recorrido incontables rutas, pero la distancia nunca ha sido, ni sigue siendo, un obstáculo. Ya sea por ferrocarriles, autopistas, navegación costera o aerolíneas, de ciudad a ciudad, de país a país, de continente a continente, siempre va con la misma mirada serena, sabiendo que el camino es igual de importante que el destino. A cada lugar que llega, hay un pedazo del pasado esperándolo, un reencuentro con corazones que conquistó y lo acompañará toda la vida.

Hace unos 45 años, Roberto Carlos eligió a Urca como su refugio. Este lugar no sólo era para construir un nuevo hogar, sino también un espacio donde muchas canciones, compuestas solo por él, en asociación con Erasmo o recibidas por otros grandes compositores, ganaron y siguen ganando su forma definitiva. A principios de los 90, Roberto decidió crear su propia canción forja allí, lo que el destino quería que llamara Studio Amigo. En este lugar, después de momentos de inspiración y mucho sudor, tus creaciones brillan, transformándose en éxitos que llenan la vida de millones de personas alrededor del mundo. Nunca hubo prisa en este proceso; sólo paciencia y perseverancia de quienes entienden que el arte necesita tiempo para lapidarse a sí mismo.

Hoy, en uno de esos días que se renuevan con cada retorno, su casa móvil, conocida por el prefijo aeronáutico "Papa Romeo - Charlie Romeo Charlie", atraviesa los cielos, cruzando fronteras. Tan pronto tocó el suelo de la carioca, las luces de su apartamento se iluminaron, como estrellas ansiosas por volver a verlo, sosteniendo un resplandor de quienes lo anhelan. Son estrellas que, en cierto modo, guardan un silencio de celos, mirándolo desde lejos, como las que inspiraron una canción portenha, la que cantó recientemente en vivo, tocando a miles de personas en sus espectáculos en el extranjero. Es como si el cielo mismo conspirara para recordarte que siempre es esperado.

Al aterrizar, visible quizás desde la ventana de tu apartamento, un misterioso rayo parece descansar en tu cabello, dándote la bienvenida y protegiéndote de vuelta a casa. Y esas luces, como pequeños vagabundos curiosos, reconocen que trae consigo la comodidad de volver, la paz de estar en casa, donde siempre es esperado por todo y por todos. Siempre vuelve al barrio donde guarda tantos recuerdos y seres queridos, a la casa donde cada rincón cuenta una historia. Y allí, donde el pasado y el presente se encuentran, al igual que en el escenario, encuentra la paz después de tantos viajes. El edificio Golden Bay es tu punto de partida y llegada.

Hoy 5 de noviembre de 2024 tras dos espectáculos extremadamente exitosos en Paraguay y Argentina, regresó a Brasil, tocando solo carioca a las 6:55 pm y reuniendo no solo a la ciudad que un día le dio la bienvenida, sino también parte de sus raíces. Porque no importa lo lejos que vaya, siempre está el lugar donde reside su verdadera naturaleza. Este regreso renueva tu fuerza y entusiasmo por seguir adelante, buscando nuevos encuentros, nuevas etapas y nuevos retos. Roberto es, sobre todo, un artista que nunca se cansa de ir donde está el pueblo, pero que siempre regresa con su gente, regresa a su casa.

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