Cinco claves del triunfo de Atlético Nacional sobre Deportes Tolima


Los dirigidos por Alejandro Restrepo vencieron a su ‘bestia negra’ y siguen construyendo bases. Foto Cortesía Dimayor

Aunque no fue un equipo vistoso, ni avasallante como el primer tiempo frente a Envigado, Atlético Nacional logró regular un juego, aguantar un resultado y salir vencedor en un partido contra Deportes Tolima, en el que en los últimos años fue un sufrimiento prolongado. Los verdolagas superaron a su ‘bestia negra’ y confían en seguir construyendo bases sólidas en este proyecto deportivo. A continuación, las claves de esta nueva alegría verde.

Orden defensivo: Entendiendo las limitaciones, Nacional fue un equipo más conservador y trató de medir su energía sobre un Deportes Tolima que le tenía la medida en sus últimas visitas al Atanasio. Contra un equipo tan físico y que aprovecha muy bien los espacios, los verdolagas decidieron mantener un orden defensivo con una línea de cuatro bien estructurada, apoyada por hombres como Bryan Rovira y Baldomero Perlaza, pese al esfuerzo de su rival, no lograron romper esa defensa que, aunque no es infalible, en este juego consiguió el objetivo de mantener el cero.

Fuerza mental: Contrario a lo que ocurrió en Envigado, donde vimos a un Nacional exaltado, generando opciones y descuidado cuando le hacían transiciones de defensa a ataque. Este equipo logró mantener una ventaja mínima poco más de una hora de juego, contando los 11 minutos del primer tiempo y los 50 del segundo (incluyendo tiempo adicional). Cuando jugó a defenderse lo hizo bien, conservó la calma, bajó el ritmo y hasta le entregó por momentos la pelota al contrario para que llegara a su área. Es un equipo ajustado a un plan de juego especialmente para equipos fuertes en cada una de sus líneas.

Duelos ganados: Cuando logró imponerse, generó réditos como el gol de Andrés Andrade, producto de una presión sobre la banda derecha, estuvo atento a los rebotes, fue astuto en la elaboración y hasta pudo agrandar el marcador, si no es por la falta de definición en el segundo tiempo.

Movimientos mecanizados: Con poco más de un mes de trabajo, Nacional muestra un crecimiento en la sincronización de movimientos tanto defensivos como ofensivos, aunque sigue faltando mucho. A medida que avancen los partidos, se conocerá un mejor desempeño, afianzado en un equipo tipo. Es decir, una base que juegue de memoria, donde simplemente haya que realizar retoques dependiendo del rival.

Comunión con la hinchada: Si había un partido para comenzar a enamorar a la afición de nuevo fue este. Muchos jugadores mostraron determinación, sacrificio, se batieron contra un rival, que insisto, venía en los últimos años usando al Atanasio como el patio anexo al estadio Manuel Murillo Toro. Ese respeto y amor propio es algo que el hincha valora y suma créditos para un proyecto deportivo que recién comienza.

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