"En palabras de João Havelange: Si hay un buen árbitro, hay un buen partido de fútbol"
La forma de percibir el arbitraje, lo ha llevado a ser considerado el árbitro más importante en la historia de nuestro país
La vocación del árbitro colombiano Wilmar Roldán nació en una cancha de microfútbol, a sus 10 años, cuando en un partido de colegio en el Nordeste antioqueño, la profesora que hacía las veces de juez pitó un penalti que, para el avanzado Roldán, conocedor de las reglas, no fue. La maestra desafió a Wilmar para que sirviera de juez, y él, con el carácter extrovertido que siempre lo ha caracterizado, no dudo en buscar un pito, ir a la tienda por una caja de chicles y un Bombombun, los colores amarillo y rojo que simularon las tarjetas y comenzó a pitar. “En ese momento sentí algo especial, los compañeros del colegio aceptaban mis decisiones y desde ahí me fui metiendo al arbitraje”, dice.
A sus 40 de años acumula una importante experiencia en cientos de canchas alrededor del mundo, entre ellas las de los municipios de Amalfi (donde nació), Remedios y Segovia donde se crio y tomó la decisión de ser árbitro para toda su vida; las del fútbol profesional colombiano en las que sigue infundiendo respeto; las del continente americano por donde ha pasado demostrando un gran nivel; las de Turquía donde estuvo en el Mundial sub 20; las de todo el continente americano en las cuales ha pitado finales de Copa Libertadores y de Copa América y las de dos mundiales, Brasil y Rusia, la máxima expresión del balompié en el planeta.
Wilmar Roldán es además Licenciado en Educación Física, lo que hace que tenga muy bien puesto el título de “profe”, como se dicen generalmente en el contexto futbolístico. La pedagogía, dice, da bases claras y fuertes para implementar muchas de las acciones en el terreno de juego, “juzgamos las acciones bajo la interpretación del reglamento, y ahí también se cumple una función didáctica”.
A pesar de la importancia de la experiencia que facilita el ejercicio profesional, Roldán ha sido un aprendiz permanente, dice que no ha dejado de prepararse nunca, de estudiar permanentemente, de entender las nuevas reglas, las modificaciones al reglamento, “yo no he dejado de capacitarme, quiero mejorar siempre en muchos aspectos. Se aprende de errores y de los aciertos”, complementa.
Y es que esa forma de percibir el arbitraje, lo ha llevado a ser considerado el árbitro más importante en la historia de nuestro país, lo que hace que sea un referente para muchos pequeños. Manifiesta que el ejemplo es la mejor manera de enseñar, pues a través de él, muchos pequeños sueñan con llegar a ser árbitros. “En los espacios que tengo para enseñar, le digo a mis alumnos que lo más importante es que sean personas honestas, de principios, que le aporten algo significativo a los demás”. Y es que Wilmar, tal vez para muchos, solo representa entrega, disciplina, compromiso y esmero, como el mismo lo dice, “si cometo un error es porque humanamente es difícil no hacerlo”.
Como buen paisa y campesino, Wilmar Roldán es devoto de Dios y la Virgen María, su religión la vive con tanto fervor que es un seguidor incondicional de Señor de los Milagros: “la primera vez que pasé por esta tierra iba para un torneo a San Pedro, en 1995 y me regalaron una réplica del Señor. Desde ese momento la mantuve y siempre la llevo conmigo. Me gusta hacer el rosario, he sentido que la devoción me ha ayudado siempre. Dios me da la luz para encontrar ese camino del mejoramiento continuo. Lo primero que hago todos los días es hacer una oración y en la noche agradecer todo lo que recibí”.
Hace poco, en un partido en Colombia, un chico de 13 años le mandó una carta en la que expresaba sus deseos de ser árbitro, por supuesto inspirado en el primer partido en el que vio a Wilmar Roldán: “escribía que quería ser como yo”. Hoy, después de haberle dado casi dos vueltas al mundo gracias al arbitraje, Wilmar Roldán es inspiración para las nuevas generaciones. “La vida perdería sentido si uno supiera lo que va a pasar día a día. Yo le digo a mis alumnos, vivan su vida, dejen que todo fluya, pórtense bien y aprendan de los errores, los cuales ayudan a crecer como personas. Eso hace parte del aprendizaje continuo de los seres humanos. Cada día se puede mejorar algo, en cualquier aspecto”.
Hoy, el profesor Wilmar Roldán sigue vigente en el arbitraje colombiano y mundial, su carácter, experiencia y conocimiento son garantía para cualquier partido de fútbol, que indudablemente, con su presencia, asegura un buen espectáculo deportivo.
Preguntas cortas para respuestas cortas:
¿Un árbitro que lo haya marcado?
“El argentino Javier Castrilli”.
¿Qué música le gusta?
“Me gustan los vallenatos viejitos: Los Inquietos, Los Diablitos, Diomedes Díaz”.
¿Cómo está conformada la familia?
“Con mi esposa Claudia Fernández y mi hija Mariana de ocho añitos”.
¿El mejor partido que arbitró?
“Sin duda, la final entre Chile y Argentina en la final de la Copa América 2015”.
¿Jugador de fútbol que admire?
“Siempre los he dicho, Rafael Robayo y Sergio Herrera, dos muy buenas personas”.
¿Si no hubiera sido fútbol, otro deporte?
“Me encanta el baloncesto, lo practiqué y de vez en cuando lanzo por ahí, me encanta ver partidos y soy seguidor de la selección argentina”.
¿Qué le ha aportado al fútbol colombiano?
“Honestidad, profesionalismo, valores que van intrínsecos en mí. Respeto el deporte, sus actores, a los futbolistas y por supuesto a mí mismo”.
Trayectoria
•En 2013 fue considerado por la Conmebol como el mejor de Sudamérica por la.
•En 2013 la FIFA lo ubicó como el octavo mejor árbitro del mundo.
•En 2013 participó en la Copa Mundial de Fútbol Sub-20 en Turquía.
•Participó en los mundiales de Brasil 2014 y Rusia 2018.
•Pitó la final de la Copa América 2015 entre Chile y Argentina.
•En 2017 fue designado para pitar la final de vuelta de la Copa Conmebol Sudamericana 2017 entre Flamengo e Independiente en el Maracaná en Rio de Janeiro.
El 1 de junio de 2013 salimos al aire con una proyección futurista, pero los años fueron bondadosos y hoy al cumplir nuestro undécimo aniversario podemos decir que nos creen.
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Se habla de que el Rey Blanco del Brasil incluiría a Colombia en su próxima gira por latinoamérica.
La canción fue grabada en el año 1969, dedicada a una gran estrella de la música española.
Texto escrito por José Tomás Cortés Díaz
Por José Tomás Cortés Díaz.
El conocido intérprete de la balada romántica de los 70’s y 80’s, venía padeciendo de un cáncer y su deceso se produjo en la Clínica La Américas de Medellín. Paz en su tumba.
El tema musical fue grabado y publicado en el año1972, hace parte del recopilatorio exitoso de la “Voz de Oro” de España.