Cinco aspectos de la derrota de Atlético Nacional frente a Once Caldas


Precisión en movimientos, profundidad, definición, sorpresa y juego aéreo, los aspectos a mejorar

Atlético Nacional no perdía en el estadio Palogrande de Manizales desde el 28 de octubre de 2018, donde el Once Caldas, tal como este 25 de septiembre, lo derrotó por 2-0. Resultados similares y goles producto de desconcentraciones en defensa. 201 días después de su último partido, los verdolagas no lograron demostrar todo el trabajo durante la cuarentena, los entrenamientos individuales y colectivos. Por el contrario, fue un equipo duro en sus movimientos y carente de oficio ofensivo. A continuación, cinco aspectos de esta derrota:

Precisión en movimientos: Los centrales no lograron ponerse de acuerdo y terminaron anticipados en los goles. En el primer gol, Jorge Segura llegó tarde a la marca de Andrés Correa y siendo el jugador contrario con menor estatura, le ganó muy fácil en el centro. José Cuadrado se quedó estático en su arco y tampoco salió a ayudar a cortar el centro, y como le ocurrió en varios goles, se lanzó a la pelota hacia atrás y no atacando la pelota. En el segundo gol, un saque de meta le sobra a Diego Braghieri quien intentó saltar, pero la pelota le tomó ventaja, no hubo relevo de sus compañeros y Marcelino Carreazo entró solo al área y con un Cuadrado dubitativo, pudo definir con comodidad.

Profundidad: Salvo un par de remates de Estéfano Arango, Nacional poco se atrevió rematando de media distancia y para llegar al arco contrario, no supo descifrar la atenta defensa local. Cuando pudo romperla, los delanteros no lograban desmarcarse.

Definición: Muy ligado a lo anterior, los delanteros llegaban sin distancia y tomaban la peor decisión en las pocas opciones generadas. Otro que tuvo una noche para olvidar fue el señor Fabián González Lasso quien tuvo un par de opciones claras con golpe de cabeza, pero las mandó a las nubes. Por un momento, los visitantes acumularon hasta siete jugadores en el campo contrario, pero no lograron resolver.

Sorpresa: Salvo Vladimir Hernández, Nacional le faltó ser un equipo dinámico y que tuviera varios planes de juego en caso que no resultada su propuesta inicial de salir a buscar al contrario, someterlo en su propio campo y forzarlo al error. No lograron explotar las bandas, fabricar espacios donde pudiera brillar un hombre como Andrés Andrade o Jarlan Barrera y esa ‘chispa’ no apareció en este juego de retorno a la competencia.

Juego aéreo: Prácticamente un karma para Nacional, ambos goles llegaron por esa vía. Quizás el segundo de manera indirecta, pero cuando hay una pelota quieta o un tiro de esquina, el equipo sufre en ese aspecto. Reitero, eso no es novedad y se torna algo crónico.

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