“Si un amigo la cometió en la cancha, lo tendré que expulsar”.Óscar Javier Gómez


Son humanos como cualquiera, también tienen amigos con quien charlan y recochan, sienten como cualquiera y son personas como cualquiera pero a la hora de impartir justicia sobrios como siempre

Pocas veces la profesión del arbitraje es reconocido y exaltado, Colombia y especialmente Antioquia ha dado muy buenos de ellos, para la muestra un botón, en el mundial de Rusia el único representante del arbitraje colombiano es Wilmar Roldán Pérez, precisamente de la escuela CASDA que preside en el municipio de Caldas es nuestro invitado de hoy.

Óscar Javier Gómez Flórez está en la profesión desde 1999, sus comienzos se remontan a la edad de 13 años cuando era futbolista, en un juego amistoso no se presentó uno de los árbitros, se le preguntó si deseaba pitar, sin dudarlo aceptó el reto conociendo lo básico del arbitraje, sin conocer a fondo las reglas se le metió a este reto por ese lado.

Dos años después, jugando fútbol en un equipo en el Club Unión Cristiana del municipio de Bello, participa en un torneo llamado Colombo-Holandesa, en ese mismo torneo se formó un colegio de árbitros, el técnico que tenía Óscar en ese entonces, vio que le gustaba el arbitraje y le sugiere que ingrese a esa escuela y es allí donde inicia su proceso en el juzgamiento arbitral.

“Lo más difícil siempre es cuando se está empezando, la adaptación de todo lo que hay que manejar en la parte arbitral, de hecho mi padre cuando se dio cuenta que había decidido tomar esta camino no estuvo muy de acuerdo por todo lo que se vivía en la parte arbitral, hoy en día es uno de los que más ha disfrutado la profesión en la instancia donde he llegado, entonces empezar es complicado. Ahora lo difícil es que nosotros estamos considerados como atletas de alto rendimiento, todo el entorno que se maneja en la parte arbitral, entonces la exigencia cada día es más, no es solamente como dicen que nos metemos en la cancha y estamos detrás de un silbato y ya, nosotros nos tenemos que preparar toda la semana físicamente, estudiar obviamente combinar con trabajo porque cada arbitro tiene su profesión, entonces digamos esa combinación hace complejo el arbitraje porque hay que combinar las dos cosas para poder subsistir”. Comenta Gómez Flórez.

En el inventario de arbitrajes que ha tenido este juez destaca uno en especial: “Tengo muchos partidos en mi memoria, cada partido es un sueño, hay uno muy importante que fue el primero que hice en El Campin de Bogotá, porque era el primer partido que se hacía por señal abierta, el estadio estaba con más de 32 mil personas, jugaban dos equipos grandes, Millonarios y Deportivo Cali, entonces eso fue en el 2014, fue un partido muy importante porque me dio un plus muy bueno para mi carrera y el reconocimiento”.

Pero Óscar Javier sigue soñando con dirigir un partido muy especial:Deseo dirigir un día un partido en el Atanasio Girardot oficial de la Primera A del Fútbol Profesional, obviamente siempre va a ser el Clásico Medellín vs Nacional, pero hice un Nacional-Envigado también en el Atanasio con muy buen público presente porque en el momento se encontraban los dos equipos muy bien posicionados, entonces fue uno especial para mí y un sueño que cumplí, había dirigido varias veces en el Atanasio pero dirigir en forma profesional un partido allí es muy importante, pero hay muchos sueños aun por cumplir”.

A través de todos los años ha tenido amigos fuera de la cancha, pero dentro del terreno de juego la situación con ellos es completamente diferente: “Obviamente con el trasegar de los años, o sea son casi 20 años de carrera arbitral donde hay jugadores que se les ha dirigido casi desde que categorías de iniciación, ahora se los encuentra uno en el fútbol profesional, entonces el reconocimiento de parte de ellos hacia uno es importante, entonces se hacen lazos fuera del terreno de juego, dentro de la cancha obviamente hay un respeto por parte y parte, pero cuando hay que tomar un correctivo o alguna decisión independiente de que sea conocido o no, siempre va a estar el profesionalismo por delante, entonces no hay una diferencia, si un amigo la cometió en la cancha, lo tendré que expulsar y afuera seguiremos siendo amigos”.

La figura de Wilmar Roldán Pérez es muy importante y referente para el arbitraje: “Para mí siempre ha sido muy claro, lo he dicho en varios medios desde que inicié mi proceso porque en el primer año que llegué a dirigir en la Marte # 1 en el conocido torneo Ponyfútbol, lo distinguí por primera vez, ha sido mi ídolo toda la vida, a parte de la admiración y el respeto que le he tenido, ahora afortunadamente nuevamente estoy en el Colegio en el cual él es presidente, entonces para mi es ídolo referente sin discusión”.

Vivencias

“Siempre he contado una y más por la parte familiar, por parte de mi mamá en esa etapa cuando inicié el Ponyfútbol, siempre he contado esto porque fue verdad, resulta que en el primer partido por televisión, obviamente la emoción para sintetizar todo, la emoción de la gente del barrio, los amigos, en fin todos, todo salió muy bien, llego a mi casa y le pregunto a mi papá cómo me vio, mi papá muy contento, mis hermanos muy contentos, le pregunto a mi mamá cómo me vio y ella me dijo que había tapado muy bien, entonces yo le dije que yo era el árbitro, entonces eso pasó, ahora en día entiende un poco más pero es una anécdota que siempre he contado porque fue así”.  

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