Héctor, cada año nos haces más falta


El Cantante de los Cantantes marcó una época musical que nadie podrá igualarla, se fue en un momento en que la salsa más lo necesitaba

 

Cuando Héctor Juan Pérez Martínez surgió en la salsa, nacería una de las figuras icónicas más grandes que este género musical pudo haber dado, ese flaco que ponía a cantar incluso a la raza negra como la de África, que en el año 1974 cuando las Estrellas Fania visitaron el continente negro, dejaría no solo allí su marca sino en los demás lugares que visitaba con la orquesta de Willie Colón y con la suya misma.

Canciones que dejaron una huella imborrable en el corazón y el recuerdo de sus seguidores, hoy siguen sonando a pesar de la evolución de la salsa con sus nuevos exponentes.

Temas como: Mi Gente, El Periódico de ayer, Ausencia, Che Che Colé,  El Cantante, Vamos a reír un poco, El Día de suerte, El Todopoderoso, Mentira, Triste y Vacía, Todo tiene su final y tantas más que dejaron un inventario imposible de igualar, marcaron un derrotero de un artista que el 29 de junio de 1993 dejará el mundo de los vivos, para que naciera la leyenda de uno de los más grandes de la historia de la música latina.

Aquella tarde del fatídico hecho que arrebataría de este mundo al “Rey de la Puntualidad”, el mundo salsero se volcaría a las calles para darle el último adiós, especialmente su público neoyorkino que lo acompañaría en gran cantidad.

El cantante murió enfermo de sida y azotado por todo tipo de tragedias personales, las drogas y el alcohol, problemas que le habían sumido en una depresión que ya en 1988 le llevaron a tratar de suicidarse en su  Puerto Rico natal.

Héctor Lavoe había nacido en Machuelo Abajo, Ponce, Puerto Rico el 30 de septiembre de 1946, muchos crecimos con su música, hoy 24 años después esas canciones siguen “Tronando” en nuestros oídos, más de dos décadas con su inventario de discos reunidos en nuestras discotecas y archivados en nuestros corazones y mentes que se resisten a desaparecer, así “todo tenga su final”.   

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