Un kinesiólogo que irradia sentimiento y sencillez


Para el profesor Gleyder Osorio subir a la Primera División del Fútbol Profesional Colombiano, sería los grados de todos por el gran trabajo que se hace al interior felino

Hay un dicho tan antiguo como popular: “Aquel que irradia ternura y sentimiento, es porque en su corazón existe paz y tranquilidad”, y eso fue lo que nos dejó vislumbrar nuestro invitado de hoy, no es para menos, cada que buscamos a cualquier integrante del equipo Itagüí Leones para hablar con ellos, nos encontramos con un océano de amabilidad, sencillez y sobre todo calidad humana.

En esta ocasión, el kinesiólogo Gleyder Osorio Legarda, un gran profesional medellinense que se hizo en el fútbol aficionado jugando en las divisiones menores con Independiente Medellín y Arcos Zaragoza, Gleyder tuvo una grata charla con El Escenario de los Clásicos.

Como cada profesional, Osorio Legarda también tuvo sus inicios primíparos que él mismo relata: “Este trabajo fue una huella que nos dejó Gonzalo Pérez hace mucho tiempo, luego se dio como la necesidad después de que fuimos a Panamá a jugar fútbol semi profesional, al regreso a estudiar y capacitarnos, entonces empecé a laborar con el INDER de Medellín donde estuve 7 años, ahí me fui engomando y ahora estoy acá por los amigos del fútbol, por Gustavo Chaverra, el profe Juan Carlos Álvarez”.

Su llegada a Leones F.C la sintetiza de la manera más sencilla: Una vez me fui a ver un entreno, les dije que si me permitían ver el entreno,  me fui a recoger balones y a estar pendiente de ellos, yo tenía mi trabajo estable, tranquilo en el INDER, surgió la posibilidad de que el profe Chaverra se fuera para Águilas aquí mismo en Itagüí y dejó el espacio, nadie quería irse para Turbo y me llamaron a mí, que si tenía la disponibilidad y quería irme y claro por supuesto, el fútbol profesional es el sueño de todo el mundo. Fue más por abra de Dios, siempre lo he dicho que las cosas de Dios son perfectas y tienen su tiempo preciso, cuando uno ha hecho las cosas bien, las oportunidades se vienen sin uno estar ansioso, llegó el momento que era y ahora estoy acá hace año y medio”.

No oculta su bienestar al ser parte del equipo que se robó el corazón de los itagüiseños: “He disfrutado todo en Leones F.C , difícil fue todo lo que vivimos antes, en la formación, en la academia, aprender, estudiar a veces sin un pasaje, muy difícil eso, ahora no, ahora ha sido todo muy tranquilo, muy bonito, se ha gozado uno la experiencia, contar con gente maravillosa, con los dueños del equipo, con la parte administrativa, gente muy buena que le han bridado a uno todo”.

No queda duda de que la familia felina es un océano de colegaje y de buena vibra: “Leones F.C es una familia, desde la cabeza hasta el utilero que es Jorge Saldarriaga, todo el mundo es con buena nota, con colegaje, con respeto, aquí no hay envidias, aquí si hay que recoger una basura lo hace desde el presidente hasta el utilero, hasta Henry el conductor del bus, todo es una familia grande”.

Es un eterno convencido que las cosas se darán cuando sea el tiempo estipulado por Dios: “Esto es un día a día, los sueños no terminan cuando uno se despierta en la mañana, el sueño sigue latente, las ganas siguen ahí, creo que como los jugadores, nosotros también tenemos ese sueño de ascender, aprendí una cosa en la vida, no es en el momento de nosotros, sino en el momento de Dios, en el momento exacto, en el momento que Dios diga este año estamos para ascender. En los dos años que ya casi ajusto, el que más cerca hemos estado ha sido este, perder con Real Santander fue demasiado duro, ni siquiera con Deportivo Pereira porque sabíamos que habían cosas extra futbolísticas que no permitirían que Leones F.C subiera, pero ahora todo el año hemos sido el mejor, se trabaja para ser los mejores, los pelaos están con la mentalidad de que vamos a subir y digo que no está lejos, no me atrevo a decir fechas, pero no está lejos lo de Leones F.C, el equipo va a subir a la A y no va a descender, siempre va a estar en la Primera División”.

Llegar a Itagüí fue muy positivo, siempre ha considerado que la gente buena no se busca sino que se encuentran:  “Desde que llegamos con el apoyo de la alcaldía ha sido muy positivo, la gente buena no se busca, la gente buena se encuentra y nosotros nos encontramos con una muy buena alcaldía, con gente muy buena aquí en el municipio de Itagüí, entonces todo eso se ha ido formando, las bases están, ahora a la obra blanca se le están dando detalles, para terminar con algo muy bonito que vamos a hacer el día que subamos, todo se está adaptando, es una amalgama de muchas cosas, entonces en el momento que es, vamos a estar en la A y seguramente para la gente del municipio de Itagüí esto va a ser un bom, será noticia en Colombia y sé que no estamos lejos”.

Gleyder tiene sus experiencias que lo han marcado, especialmente en Leones F.C: “Acá pasan cosas muy particulares, cosas que uno le dice a los futbolistas, a veces uno se vuelve consejero y amigo, respetando todo lo de los profes en la parte técnica, hay algo que aquí me marco mucho, el año pasado al ver a muchachos que ni siquiera eran suplentes y no los llevaban, uno de ellos me dice una vez-profe préstame 50 mil pesos me voy para Medellín que yo ya no quiero estar acá, me aburrí, ya no quiero estar más aquí, el profe no me lleva-es más una infidencia que una anécdota, y verlos este año y decirme-gracias profe porque no me prestó los 50 mil pesos, hoy aquí soy titular, soy figura y todo el mundo me conoce-entonces todo eso es gratificante, porque uno dice: las cosas de Dios son muy tesas”.

Todo sentimental es llorón: “Yo soy llorón, aquí me gozan, soy llorón porque a mí me duele las injusticias, soy demasiado sensible, lloré cuando perdimos contra Real Santander, no salí de mi casa en tres días, le preguntaba a Dios el porqué, después ÉL me respondía, sé que será en el momento de ÉL”.

En el fútbol hay jugadores muy alegres, otros muy positivos y unos más muy pasivos, el manejo con ellos lo define de la siguiente manera:“Indudablemente acá cada cabeza es diferente, a algunos uno los puede abrazar y darles un beso y saben que ese beso es de amigos, de buena nota, hay otros que escasamente te saludan, otros más que por su forma de ser son introvertidos y escasamente les das un golpecito en la espalda, hay de todo, claro, todas las personas son diferentes, no falta el que es serio, el que es complicado, beato, en el fútbol es como la vida, unos días amaneció con problemas, otro día con buena vibra, llegó y contó un chiste, se ve de todo, un camerino por dentro es una parte muy íntima, un camerino por dentro tiene tristezas, estados de ánimo, un camerino por dentro es como una persona, es impredecible, hoy está alegre, mañana está triste y nadie habla, pasado mañana todo mundo reventó y se río, un camerino por dentro tiene códigos, es muy bonito todo eso”.

Y esto dice de la familia Murillo Giraldo: “La gente buena se encuentra, Don Carlos, de Doña Liliana, Don Jorge, más que una familia, se vuelven hermanos de la vida, es un mismo sentimiento, es amor, ahí le defino todo, todos ellos son amor, solo regalan amor”.

Salir tanta gente referente de un equipo y volverlo a poner en los primeros lugares es obra de la hermandad, sabiduría, disciplina: “Por sobre todo debe de haber respeto, uno respeta el trabajo de los profes, uno sabe que lo que ellos transmiten, eso se refleja en el trabajo, entonces no es casualidad de lo que ellos hacen, se vea reflejado, porque trabajan muy bien, el profe Juan es excelente técnico, siempre he pensado que detrás de un buen líder, debe de haber un buen asesor y lo que hace el profe “Mati” (Mauricio Martínez) es un trabajo callado, el profe “Mati” es el complemento del profe Juan, entonces al final se ve reflejado ese buen trabajo, ese moler como decimos en el fútbol, trabajar fuerte se refleja después”.

El jugador que más recuerda con cariño: “A mí se me robaron el corazón tres o cuatro jugadores que se fueron el año pasado, mejor dicho todos, todos los que se fueron el año pasado, pero me quedo con Víctor Cantillo, Andrés Ricaurte y Juan David Rodríguez Rico ahora en Cortuluá, son personas demasiado nobles, buenas, me tocó llorar con ellas, me tocó despedirme llorando, hablo mucho con ellos y les transmito lo que aprendí de ellos, el año pasado me manifiestan algo que no hay plata que valga, cuando se fueron me dijeron: “llegaste a Leones Gleyder a darle el toque mágico al equipo”, yo me quedé con eso en el corazón, “Le diste algo especial al equipo”, eso es más gratificante que cualquier cosa, esos manes que a veces son tan parcos, tan metidos en su trabajo y profesión, que lo metan a uno en su corazón y que le digan a uno que hace parte de la vida de ellos es muy bonito”.

Al final de la charla, en su forma de agradecimiento dejé entrever su sentido por servir:  “Dios le pague por la invitación, igual aquí estamos para servirle, nosotros somos servidores, si venimos al mundo y no servimos y no hacemos algo por los demás, creo que la felicidad no está, soy feliz sirviendo, siendo atento y ayudando a que esta familia crezca y que hoy o mañana podamos dar el saltico a la A que es el sueño de todos, creo que son los grados de todos”.            

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