El volante seis del Pony de Itagüí que le ganó a la adversidad


La gran mayoría de los balones pasan por sus pies. Tomás es el encargado de no dejar pensar al contrario

Con apenas doce años de edad, ya es la ficha clave para detener al creador y dueño de las ideas del rival, ese es Tomás Maya Patiño, un niño que a pesar de tener una adversidad en el zonal, (fractura del cubito y el radio), fue capaz de garle a ella para no perderse el certamen.

La convicción, el deseo de superación y el hambre del fútbol que practica desde los cuatro años en el Club Westchester, le pudo al infortunio que tuvo en la tercera fecha del Zonal Metropolitano.

Maya Patiño sabía que el equipo lo necesitaba, apoyado por sus padres Marta Cecilia y Jorge William, tuvo la suficiente capacidad de sortear los inconvenientes que se le presentaron y alcanzar a llegar a tiempo para este gran torneo que se está jugando junto a sus compañeros.

Su hermano mayor fue el que le mostró en el norte en el fútbol, desde ese entonces supo que el balón era su amigo inseparable, este habitante de la Urbanización Balcones de Sevilla en Itagüí, tiene muy claro sus sueños e ilusiones, sabe muy bien entre otros, que la manera de llegar al fútbol Italiano, concretamente al Juventus de Turín, tiene una escala primaria y es su querido Atlético Nacional.

Su referente mundial es Andrea Pirlo, el medio centro organizar de la selección italiana. Tomás Maya Patiño, un volante seis de esos que no le tiene miedo al rival, que por su equipo es capaz de enfrentar a la misma adversidad y salir avante de ella.

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