"En una cancha casí pierdo la vida, en una cancha paso mi tiempo"Alejandro Duque


La sencillez combinada con el sacrificio, herramienta fundamental de este abejorraleño que triunfa en el fútbol de salón con Itagüí

Muchos son las personas que tienen que poner la cuota de sacrificio para poder incursionar en dos frentes importantes para triunfar, Juan Alejandro Duque Correa no es la excepción. Inició desde muy pequeño, 5 ó 6 años en el municipio de Abejorral, su lugar de nacimiento, el camino lo ha labrado con gran dedicación y abnegación para llegar al lugar que lo tiene triunfando hoy en el fútbol de salón.

Sus primeros puntapiés a un balón los empezó dando en el fútbol 11, desde las categorías menores: Pre-infantiles, Infantiles y posteriormente en el Pony Fútbol representando al municipio de Sonsón: “Tuve la oportunidad de jugar en el Pony Fútbol representando al municipio de Sonsón, ya que en mí municipio no había la oportunidad, me llamaron desde de allí y pude participar con ellos, posteriormente di el salto a fútbol de salón y desde entonces hace unos 8 años me he dedicado a esta disciplina”. Dice con gran orgullo Duque Correa.

En Abejorral, cuando termina sus estudios de bachillerato se dirige al municipio de Rionegro, allí continúa con su estudios universitarios a la par con el deporte, ingresa al Club Leones de Oriente de Rionegro, estuvo dos años, por razones personales llega a Medellín y encuentra la oportunidad de ser fichado y pertenecer a la Selección Antioquia de Fútbol Playa. Conoce los jugadores de Itagüí y le dan la oportunidad de presentarse con el Club itagüiseño y desde hace un año está con ellos.

Habitante del barrio Santa María, vive solo, en el pueblo está toda su familia, su círculo y entorno familiar. Sus padres son el principal apoyo, está respaldado económicamente todo el tiempo por ellos. En la actualidad aparte del deporte hace sus estudios de Ingeniería Mecatrónica, está en décimo semestre y le ha tocado vivir solo desde entonces.

El vivir solo es complicado porque tiene clases desde las seis de la mañana hasta las seis de la tarde, al salir de su larga jornada académica, llega a entrenar hasta las 9 o 10 de la noche: “es un poco difícil cumplir con las tareas de la Universidad y más que todo porque es una carrera difícil y sobre todo el rendimiento académico que la Universidad exige”. Señaló Duque Correa.

En la Copa Élite no fue convocado a los primeros partidos, ello lo motivó a seguir trabajando más y más, con la ayuda de Dios salió adelante y llegó a ser el capitán. “Ha sido un logro importante porque está en un grupo que viene constituido desde hace tiempo y una persona tan nueva es difícil encajar en un grupo de estos, pero agradecido con la familia de Itagüí y con las personas que han permitido que yo esté acá y de nuevo a Dios gracias, porque cuando uno hace las cosas bien, Dios obra a favor de uno y todas esas cosas se ven reflejadas en el campo de juego”. Subrayó el deportista.

Entre sus recuerdos más gratos están dos goles que le hizo a Envigado: “entré en un momento decisivo del partido y pude concretar las opciones que tuve al frente y responderle a los profesores que es lo que más me fortalece mentalmente”. Puntualizó con gran alegría Duque Correa.

Anécdota

“Cuando estaba pequeño en mí pueblo, casi pierdo la vida en una cancha de fútbol de salón, me encontraba compartiendo con los compañeros y hubo un accidente en el coliseo, tuve un golpe en mi cabeza y por centímetros no perdí la vida, entonces es algo que me ató a este deporte, es un lazo pienso yo muy fuerte, porque en una cancha casi pierdo la vida y en una cancha es donde paso la mayoría de mi tiempo y me siento feliz, entonces es una anécdota interesante que siempre recuerdo”. Finalizó Juan Alejandro.

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