Kata Betancourt, patrimonio de la canción itagüiseña para el mundo (1ª parte)
Gran intérprete, el diamante de la música de Itagüí, ex participante del programa “Yo me Llamo” de Caracol Televisión.
Una de las vocalistas más dedicadas, con ángel para la música, una luchadora incansable por llegar a la cumbre del canto, es sin lugar a dudas la itagüiseña Kata Betancourt (Catalina Betancur Cifuentes), la vena del canto le llegó desde muy niña, poco a poco se ha ido abriendo espacio dentro de la difícil y competida profesión del espectáculo.
Hablamos con Kata Betancourt y la primera impresión que nos deja es la sencillez y cordialidad de sus palabras, la seguridad de ellas y el hambre de triunfo, logro que seguramente no tardara en llegar y que es el momento de empezar a vislumbrar con su más reciente producción. Primera parte de este reportaje exclusivo de esta gran realidad de la música itagüiseña.
¿Quién es Kata Betancourt?
“Kata Betancur, es una intérprete de varios géneros musicales, sus inicios fueron a los 13 años cantando música folklórica del Atlántico, se fue enamorando de todo ese folklor de la costa, pero luego pasó en esa época a escuchar las baladas y toda esa música romántica, llegó a un punto donde comenzó a explorar otros géneros musicales, a medida que transcurrió su pasó por los escenarios musicales y a cantar en sitios de música en vivo en Medellín”.
Esa vena artística le llegó siendo muy niña, ¿ud por qué se metió a ser cantante, profesión linda y hermosa pero tan difícil para llegar a triunfar?
“Desde que yo tengo uso de razón, aproximadamente a los 7 años, decía que iba a ser cantante cuando fuera grande, como el sueño de cualquier niño que lo visualiza y en su inocencia habla, pero gracias a Dios nací como con esa facilidad de tener ese oído musical y estar reproduciendo todo lo que escuchaba en la radio y mi familia, sobre todo mi madre sintió que había cierta familiaridad musical y eso había que desarrollarlo y más o menos como a los 11 años comenzó a impulsarme con el tema de la música, aunque desde los 8 años comencé en el colegio a mostrar en los actos cívicos, en la izada de bandera, esas ganas que tenía de salir al ruedo a cantarle a la gente”.
¿Dónde estudiaba en esa época?
“En esa época estudié en el Colegio El Carmelo de Sabaneta y recuerdo que estaba en primero de primaría cuando hice una de mis primeras presentaciones musicales grande”.
¿Kata es de dónde, en que municipio nació?
“Yo soy Itagüiseña totalmente, patrimonio de Itagüí de toda la vida”.
¿Qué recuerda de esos primeros pasos, de esos primeros públicos y auditorios cuando empezó?
“El primer auditorio que recuerdo dentro de mi carrera musical, fue precisamente a los 8 años en un acto cívico, colegio totalmente lleno, era la primaria, canté una canción que en ese momento estaba de moda porque era el tema de una telenovela que se llamó Alcanzar una Estrella”.
¿Luego de eso fuiste creciendo, Cómo fue el pasó de la niña con ganas de cantar a la joven con hambre de triunfo, cómo fue ese proceso?
“Fue muy bonito porque a los 10 años hubo un acercamiento con el tema de iniciación musical en una academia de acá de Itagüí que se llamaba Eladio Vélez. Allí comencé unas clases de iniciación musical básica, un poquito de solfeo, el proceso se continuó pero en la Casa de la Juventud, que era otro espacio que abrieron para la parte de la música y comencé con unas clases de técnica vocal a los 11 años con unas profesoras de la Universidad de Antioquia”.
Catalina ya fue cantando en reuniones familiares, la invitaban a cantar algunos políticos en sus campañas electorales, háblenos un poco de esos momentos
“Fue algo muy bonito porque un Sub Secretario de la Juventud que me vio precisamente en la Casa de la Juventud que se llama Jaime Muriel, dijo: “Que niña como canta de bonito”, yo tocaba un poco la guitarra y me acompañaba con algunos acordes, él (Muriel) me dijo que me “quería llevar a que conociera un grupo más que político, de una índole social para que nos compartas tu talento y de cierta manera para que me empezara a proyectar”, fue así entonces como empecé a darme a conocer en los escenarios sociales y políticos como artista” .
A Catalina Betancur la vimos hace unos 5 años aproximadamente en ese programa muy famoso de Caracol Televisión “Yo me llamo”, como fue esa llegada y ese paso por allí?
“En ese programa aunque mi papel fue más de intérprete, lo vi más bien como una posibilidad de proyectarme a nivel visual y nacional como cantante, lo contemplé no como una posibilidad de ser la ganadora total del reality porque yo no me visualizaba tanto como imitadora, pero si lo pensé como una plataforma para mostrar mi imagen y decidí arriesgarme con el personaje de Gloria Estefan, que encajaba mucho dentro de las características del color de la voz, que podría haber similitudes físicas porque ante todo el tema de una caracterización o de disfrazarme o pelucas por así decirlo o caricaturizar a alguien no estaba acorde como a mi personalidad, entonces me parecía que la cubana reunía muchas de las características que podían encajar en la forma que yo cantaba, a parte que yo interpretaba temas de ella en muchas fiestas, sobre todo los boleros y las baladas más clásicas de ella, entonces me arriesgué a irme con ese personaje y a pensar que de pronto podía gustar, gracias a Dios fue una aceptación muy grande de parte del Canal y comencé con ese proceso de llagar a Bogotá, y obviamente perfeccionar ese trabajo porque ya era la proyección mía como artista ante todo un país, creo que fue un papel muy importante porque llegué a semifinales sin hacer un trabajo previo de muchos años en el tema de la imitación, sino que fue un proceso de pulir la parte vocal y buscar unas similitudes, pero siempre teniendo en cuenta y sintiendo en el fondo de mi corazón que obviamente lo más importante era no perder la identidad musical”.
Esa interpretación de Gloria Estefan en ese programa, a ud le dio una relativa fama, ¿ello pudo haberle dado un engranaje a su carrera?
“Ayuda mucho en el sentido del posicionamiento de tu imagen ante un país, y hasta otros muchos lugares que llegó a verse el programa, pero también es una arma de doble filo a mi modo de ver y hasta el día de hoy, y es que si tú no sabes manejar el tema de la imitación, se puede volver un tema en que te encasillaras durante muchos años y perderás una identidad, entonces inmediatamente salí del programa, siempre tuve claro que la gente me recordaba, que yo tenía que mostrarles que yo era Kata Betancourt y que no era ya solamente Gloria Estefan, entonces cuando salí del reality, lo que más traté de hacer es que si me llamaban a hacer una participación o hablar del programa, no iba a caracterizar, iba como es Kata Betancourt, o sea con mi cabello liso, sin crespos, digamos sin todo ese atuendo para parecerme a alguien que no soy, listo les recuerdo, les comparto, les canto una o dos canciones para recordar lo que hice en el reality, pero yo me llamo es Kata Betancourt, entonces siempre tuve muy en claro que yo tenía que aprovechar ello como un trampolín, más no quedarme encerrada haciendo todo el tiempo una imitadora de Gloria Estefan porque eso se iba volver un enemigo en el futuro para mi propia identidad musical, y creo que esa idea se ha venido madurando con los años y ahora vengo precisamente con una propuesta que ya cierra definitivamente ese capítulo de la imitación”.
Mientras estuvo en el reality, ¿tuvo la oportunidad de ver a la Gloria Estefan real?
“No, me hubiera encantado saber ella que pensaba de mi trabajo como imitadora, yo pienso de todas maneras que trate de ser muy respetuosa dentro de los parámetros de la imitación y sobre todo desde la caracterización que tiende a desdibujar mucho a los personajes, porque disfrazarse o tratar de ser físicamente similar a alguien, puede llegar a un punto de hasta ridiculizar la verdadera imagen o desfasar a la persona, pero como te decía, la ventaja que yo tuve es que mi caracterización fue basada en parámetros muy sobre mi forma ya actual, es decir, a mi me organizaban era un peinado, no me cambiaban el cabello, a mi no me maquillaban de otro color, a mi simplemente me realzaban facciones y me vestían con atuendos similares a ella, cosa que no dejaba de caracterizar con mucho respeto a ese personaje tan importante en la música latina”.
He tenido la oportunidad de hablar con algunos personajes que han pasado por ese reality, he visto y me han contado algunos que les ha sido un poco difícil desprenderse de ese personaje que imitaron, ¿a ud le fue difícil desprenderse?
“No, para mí no fue difícil porque de todas maneras dentro del proceso del programa, hasta los mimos jurados sintieron que muchas veces durante las interpretaciones, a veces se salía Catalina por los laditos, es decir iba cantando una canción y el color permanecía en cierto punto y a veces como que se salía la Catalina por un ladito, entonces perdía un poco la esencia de Gloria Estefan y quizás eso no me permitió llegar hasta una final, porque de pronto digamos que no era una exactitud en el color total de la voz, siendo obviamente una buena interpretación a nivel musical por así decirlo dentro del parámetro rígido de la música, eso para mí fue una ventaja, porque yo salí por la puerta grande dentro de mi imitación y dentro de mi caracterización, más no salí siendo la imitadora netamente marcada de la artista que no quería salir de su personaje, yo siempre la tuve clara que ese era un personaje de momento y que había que salir de allí para mostrar quién era yo, aparte de eso me convencí que definitivamente tenía que mostrar a Kata Betancourt y desligarme, tenerlo como un recuerdo bonito y como parte de mi hoja de vida de ese bonito proceso y esa proyección, pero hasta ahí, no estar en todas partes presentándome como Gloria Estefan la imitadora, porque nunca van a dejar de llamarme como a la cubana o ni siquiera van a saber cómo se llama una”.
¿Qué siguió después de esa experiencia?
“Después de ello siguió un proceso de seguir perfeccionando interpretaciones de otros géneros pero siempre tratando de rescatar la esencia de Kata, sin sonar parecida a nadie, porque ya ese cliché de voz buscando que todo suene igual a alguien se vuelve una carga pesada para uno, porque siempre me pongo a pensar, ¿dónde está la voz mía?, o sea, ¿Dónde está Catalina?, entonces era aprovechar esos matices y saber realmente cuáles eran mis fortalezas, al estar en el programa, salí y terminé de re-verificar que yo tengo dos grandes fortalezas: como intérprete de baladas románticas y balada pop y como intérprete de música tropical, entonces hubo dos procesos muy bonitos que fueron: estar acompañando en coros y en voces muy importantes a Luis Ángel Márquez, Rudy Márquez, al salvadoreño Álvaro Torres, hay muchos artistas que por ese ámbito romántico tuve la oportunidad de acompañar y de re-nutrirme también de esa música también elaborada y tan bonita que hace parte de El Escenario de los Clásicos y que es una parte de lo que yo manejo para realizar shows musicales, que siempre tiene un público muy fiel, que valora la calidad musical, la calidad de las letras, eso fue un gran paso, entonces Catalina se siguió nutriendo de eso, hasta que obviamente paré por un tema de tiempos, de evolución musical, continué ya explorando el tema de la parte tropical, porque el maestro Fruko me vio cantar y le gustó mi voz y me invitó a uno de sus proyectos con la Orquesta Afrosaund y también a veces como invitada dentro de Fruko y sus Tesos haciendo algunos temas de la Sonora Dinamita que también es una orquesta de su nombre o de su sello porque él tiene varias orquestas y conocí a un gran amigo de viaje, casi que podría decir que un padre para mí que se llamó Álvaro Velásquez Balcázar que ya se nos adelantó a la eternidad, se me lo llevó Dios hace casi dos años, y ese hombre se convirtió casi en un padre, ese Papá Noel que uno dice por ahí que le llega a uno y era una persona que creía ciegamente en mi talento y que me veía proyectada en otros países, ni siquiera acá, él me quería llevar a México con su Sonora Trópico, porque así se llamaba su orquesta, la agrupación que nunca tuvo mujer, decía: “La Sonora Trópico va a cambiar y va a tener la mujer que siempre me soñé, como lo hizo la Sonora Matancera, voy a tener a mi Celia Cruz colombiana que se llama Kata Betancourt”. Y comenzamos con el proyecto, logramos hacer una grabación y comenzamos a promover a la Sonora Trópico pero lamentablemente Dios se me lo llevó para el cielo por un cáncer en el pulmón y por motivos ajenos a mí, cosas familiares, dolores y duelos. El proyecto quedó estancado, quedó como un lindo recuerdo y se tuvo que parar porque ya no está él a la cabeza de todo el tema, pero le debo muchísimas cosas, sobre todo una gratitud enorme por creer en esa posibilidad de proyectarme tanto nacional como internacionalmente y eso me fortaleció, pero también me dejó como con ese sin sabor de haber hecho algo así en otra proyección, entonces en este momento de mi vida actual me cargó de que ni abandonar las baladas, ni abandonar el género tropical y que yo tenía que ser integral con ambas cosas y por eso decidí como pensar en un género que me podría reunir esas dos cosas y me metí por el género del Tropi-Pop, que tiene ese aire tropical y esa fortaleza de poder tener una interpretación como una balada sin perder esa rítmica y ese sabor caribeño por así decir”
¿Cómo hace en las reuniones privadas a la que le llaman, esas presentaciones fuera de Antioquia, cuál es el repertorio que canta, ud lleva su programación o tiene la oportunidad de llevar sus propias producciones?
“Tengo la oportunidad de presentar lo que yo canto pero, le doy una flexibilidad a mis clientes en ese aspecto y es darle una gama de variedad dentro de lo que yo manejo en un evento, porque hay gente que tiene unas predilecciones muy marcadas, es decir, hay gente que me llama única y exclusivamente para cantar música de los años sesentas y setentas y quieren que les cante una, dos y tres horas solo ese tipo de género, o que durante la noche si la temperatura y los ánimos cambian, me piden una ranchera o cántenos una cumbia, entonces como les entrego entre comillas como “una carta de navegación”, les doy un listado general, un brochure y un repertorio muy variado, donde les digo, que yo tengo temas muy conocidos y muy comerciales de las baladas, del pop, de las rancheras, de los boleros, de lo tropical, tengan la posibilidad de escoger algo de lo que yo tengo preparado, si quieren que yo cante algo que yo no tenga preparado en mi repertorio, me avisan con antelación y consigo el acompañamiento musical, llámese pista o músico para realizarlo, yo obviamente no tengo ningún inconveniente en hacer ese tipo de montajes, siempre y cuando sean canciones que se puedan cantar dentro un tesitura vocal, porque esa es otra cosa que hay que explicarle a la gente. Normalmente las personas me dicen: “cántame una canción de Sandro”, o “una de Tormenta”, yo les digo la de Tormenta se la canto, la de Sandro me queda muy complicado porque por tesitura vocal, hombres y mujeres nos diferenciamos totalmente de eso, a no ser que haga una versión a mi tonalidad de la canción de Sandro, pero eso es a versionar un tema, no puedo cantar en las tonalidades de él, entonces de pronto esa es la única limitante, de resto de ahí en adelante es encontrar la pista y que me pidan una canción en el género que sea de una mujer y que no se salgan de los parámetros vocales de mi registro, es decir, hay mujeres que cantan supremamente agudo, les digo que le canto la canción pero me toca versionarla, entonces es tener una claridad y saber que registro tiene y saber cómo lo va a manejar y hacer un show impecable”.
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La canción fue grabada en el año 1969, dedicada a una gran estrella de la música española.
Texto escrito por José Tomás Cortés Díaz
Por José Tomás Cortés Díaz.
El conocido intérprete de la balada romántica de los 70’s y 80’s, venía padeciendo de un cáncer y su deceso se produjo en la Clínica La Américas de Medellín. Paz en su tumba.
El tema musical fue grabado y publicado en el año1972, hace parte del recopilatorio exitoso de la “Voz de Oro” de España.