Historias de vida (2) Einner, un técnico en proyección y preparado para el fútbol profesional


A punta de hacha y machete, este orientador se abre camino en el fútbol aficionado con grandes satisfacciones y resultados positivos.

En esta segunda entrega de Historias de vida, logramos hablar con el profesor Einner Rivera Roldán, nació en Medellín, criado en el corregimiento de San Antonio de Prado, su familia está conformada por su señor padre Nicolás Rivera y su señora madre Dora Roldán y su hermana  Bryanna Rivera, un personaje con argumentos deportivos, de verdad que tiene bastantes pergaminos para pasar esta nota en el Escenario de los Clásicos.

Su infancia fue jugar y ver a su papá practicar el fútbol, ello lo llevó a que su señor padre fuera su primer referente, su ídolo, la persona que lo inspiró en el fútbol desde niño.

Desde niño siempre jugó en San Antonio de Prado y desde los 8 años llegó al Envigado F.C. a las escuelas de fútbol, directamente inferiores, se caracterizó por ser un jugador talentoso, con mucha capacidad, le gustaba mucho ser parte del cotejo, pensar, ser diferente a lo que estaba en el juego. Tuvo la fortuna de estar en Envigado, que es una cantera siempre fuerte.

Igualmente, estuvo en 3 Pony Fútbol, siendo de los pocos que a su edad le alcanzaba: “creo que Juanfer Quintero y yo somos como entre 4 o 5 que jugamos 3 Pony Fútbol en la Marte. Fue algo de orgullo, porque jugar con niños de 12 años, yo teniendo 9 para 10, siempre fue difícil”. Rememora con gran satisfacción nuestro invitado a esta serie.

Pero tenía las ganas siempre de demostrar y alcanzó a jugar los tres Ponys, Demostrando lo sabía hacer e hizo todo el proceso en Envigado de inferiores hasta llegar al equipo profesional.

¿Usted en su escuela o en el mismo fútbol tuvo algún profesor, algún mentor?

“En San Antonio de Prado tenía un entrenador que se llamaba Mario. Era el entrenador del barrio, pero yo tenía como 6 años, jugaba con los niños de 10. Mi papá, como él también fue jugador profesional, vio la capacidad que yo tenía y ya arrancamos para Envigado. Todo el proceso lo hice en Envigado con Cáscara Hernández Londoño, que siempre estuvo en procesos de inferiores. Campeón de la Baby cuatro veces con Chucho Betancourt, hice todo el proceso en Envigado, pero casi nunca estuve en San Antonio de Prado”.

¿Usted en esos principios tuvo algún inconveniente? ¿Cómo superó los primeros problemas?

“No, yo siempre he sido una persona que ha sido echada para adelante. Yo sé que siempre hay obstáculos y pienso que, con la comunicación, la fe, creer mucho en las capacidades. Como digo yo, meditar mucho en las noches y pensar en el día a día”.

¿Cuál fue su primer logro en esa época?

“Yo quedé campeón con el colegio, como usted me dice, en la escuela. Quedé campeón de escolares dos años seguidos, quedé goleador con el colegio Carlos Betancourt, que es en Prado. Y con el colegio Manuel J. Betancourt igualmente, estuve en esos dos colegios. Que me dio una oportunidad, mucha oportunidad para el deporte, que era lo que yo sabía hacer”.

Hay una frase por ahí que dice que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer. ¿Cómo conoció usted a su pareja y cómo ha influido ella en su vida profesional?

“La relación de nosotros fue algo que el destino nos tenía como para estar juntos. Porque yo estaba fuera del país, estaba jugando en Venezuela, venía en vacaciones, estaba soltero, no tenía pareja, por medio de un primo que es odontólogo (mi esposa es odontóloga), hicimos el enlace para llegarle a ella, se dio la casualidad de que ya cuando viajé para Bolivia a jugar, hicimos la relación virtual, todo por internet, fue un apoyo yo estar por fuera, porque ya tenía una persona con quien compartir, así fuera a distancia. Se llegó la hora de estar aquí en Medellín de nuevo, y en menos de tres meses nos casamos”.

¿Cómo equilibra usted esa vida familiar con la vida profesional que lleva?

“Yo pienso que ella sabe cuáles son mis objetivos en mi carrera ahorita como entrenador. Ella la tiene clara, ella sabe lo que yo siento por el fútbol, lo que me hace sentir el fútbol. Ella es un polo a tierra, porque a la hora de estar juntos no hablamos de fútbol. Ella me despeja la mente en otros sentidos, en compartir, estar en familia. Me gusta mucho estar con mi hija, con mi familia, entonces a la hora de yo estar compitiendo, me meto de lleno y llego a la casa y toca estar con la familia de nuevo”.

¿Cuál es el recorrido futbolístico desde sus comienzos hasta ahora?

“Pues sí, yo como les comenté ahora, empecé en Prado, como de seis años, San Antonio de Prado. El equipo yo creo que ni tenía nombre, porque era el equipo del barrio, de la cuadra. En ese tiempo, eso fue por la época como en el 93, 94. Luego ya llegué a Envigado, a inferiores de jugar Sub-8 o Sub-9. Hice todo el proceso en Envigado, las de la Baby, participé en la liga en todas las categorías, quedé campeón con Envigado aproximadamente entre ocho a diez títulos de liga. En todas las categorías participaba, me subían, con los profesores que había en ese momento, que eran profesores de buen nivel. Estaban Richard Parra, Miguel Cadavid, Abel Acevedo. Tuve la oportunidad de estar entrenando con el grupo profesional. Y ahí ya como me sentí muy opacado en Envigado, porque en ese tiempo fue el tiempo que descendió Envigado. Estaban Giovanni, Dorlan, James, estaba Jorge Aguirre, estaba Jairo Palomino. Era un equipo que todos veníamos de inferiores, me sentía como muy tapado, no tenía mucha posibilidad de jugar y me fui para Rionegro. Ahí estuve seis meses con el profesor Oscar Aristizábal, de allí, salté al fútbol de Panamá, jugué en Plaza Amador. Jugaba con Luis Tejada, que en paz descanse. Ese era un equipo que era llamado de los grandes en ese tiempo en Panamá. Después me vió jugar en un vacacional el “Chaca” Palacio y me llevó a Boyacá Chicó. Ahí en Chico estuve seis meses, cuando ellos recién habían quedado campeones, jugué a seis meses”.

“Tuve una buena experiencia a nivel profesional, estuve en algunos partidos de Copa. Ahí me salté al Pacífico, que ese equipo viene siendo ahorita la ficha de Jaguares. Me prestaron allá, estuve allá un año en Buenaventura, haciendo lo que me gusta, que era jugar fútbol. Me sentía extraño, porque a la hora de estar cerquita de compañeros era muy difícil, porque todos eran de Cali, entonces mucha soledad en ese tiempo en Buenaventura. Estuve allá un año, ya después volví a Panamá en el año 2011 con el Alianza. Estuve otro año y de ahí ya me vio Armando Londoño y me llevó a jugar a Venezuela. Estuve en la ULA de Mérida, que es un equipo de los más reconocidos de allá en Venezuela. La ULA, Universidad de los Andes. Estuve allá porque él fue jugador de allá, uno de los ídolos. Estuve allá un año y regresé. También pasé por equipo Petrolero de Yacuiba en Bolivia. Estuve otro año allá, ya me casé y empecé ya lo último de mi carrera por muchas lesiones. Me tocó alejarme y seguí en Brasil, en el equipo Santa María en Brasil. Estuve cinco meses y terminé en San Pedro de Guatemala, fue lo último de mi carrera como futbolista profesional. Eso fue en el 2015.”

“Allá tuve una lesión, otra fractura de peroné. Tuve tres fracturas de peroné. Esa fue la última lesión que tuve. Ya decidí no jugar más y me quise ir capacitando para estar metido en el fútbol. No sabía hasta dónde podría llegar, pero siempre con las ganas de estar cerquita del fútbol, no sabía a qué iba a pasar hasta que llegó una invitación de Itagüí a ser parte de los procesos del Real Madrid y de la fundación, aceptamos y ahí empezó como el camino de entrenador”.

Mirando hacia atrás, ¿hay algo que después hubieras hecho de alguna manera?

“Yo pienso que la decisión que yo tomé en Envigado fue muy apresurada. Porque yo en Envigado estuve 12 años, tenía pues, como dice uno, un recorrido allá. En el momento era un referente en inferiores. Y me desesperé a la hora de tomar la decisión de quererme ir. Aunque muchas veces los directivos, en este caso Don Gustavo y Juan Pablo, no me dejaban salir. Ellos a lo último decidieron. Y pienso que eso fue un error que siempre lo he pensado. Pero Dios sabe cómo hace las cosas y si tenía que ser así, lo tomamos”.

¿Qué lecciones aprendió usted en la vida?

“De que todo llega al momento que Dios quiera. Que no se puede apresurar. Lecciones de perseverar, de luchar. Lesión de ser humilde, de dejarse guiar. A mí me gusta dejarme guiar. Dejar que las personas mayores me den como el punto de referencia, simplemente es que la vida lo sorprenda a uno”.

Usted como técnico de Soccer Law, ¿qué consejos les da a los pelados?

“Yo pienso que dirigir esas categorías siempre ha sido “vacano”, como dice uno. Bueno, bonito. Porque son jugadores que muchas veces han perdido la ilusión, han perdido las ganas, el enfoque, volver a encaminarlos, volver a motivarlos, volver a que se sientan importantes, eso es bonito, porque el mismo jugador se lo expresa a uno y se lo dice. Que gracias profe por volverme a hacer sentir bien, por volver a creer en mí, por darme la oportunidad. Yo pienso que trabajar con estos jugadores hace que uno de día a día, quiera seguir preparándose. Querer ayudarles a ellos en lo que uno pueda, en el sentido de demostrarles trabajo y que la esperanza nunca se puede perder. Lo que uno quiere buscar y llegar a conseguir se puede lograr”.

Usted actualmente está trabajando en el municipio de Itagüí, en el Instituto de Deportes.

“Sí, ahorita trabajo en Itagüí, dirijo la selección de escolares, la selección de Intercolegiados. Simplemente, eso es lo que me apasiona”.

¿Usted cómo ve el deporte en Itagüí?

“Yo pienso que Itagüí es un municipio que siempre ha sido de mucho fútbol, muy competente. Con muchas capacidades, con jugadores que tienen mucha técnica. Simplemente falta un poco más de ganas de que el itagüiseño quiera aparecer y llegar al otro nivel. Yo pienso que el jugador de Itagüí muchas veces se conforma por estar simplemente en la selección o no quiere llegar al otro nivel. No sé qué pasará. Yo pienso que desde la base tenemos que concientizar al jugador que tiene que prepararse bien. Que tiene que buscar sus sueños, que todo no va a ser fácil. Y simplemente que Itagüí tiene que seguir siendo y marcando la diferencia siempre donde vaya”.

¿Usted cuando era niño tenía unos sueños? ¿Muchos de ellos se le han cumplido?

“Ahora ya como adulto, como técnico he logrado varias cosas.

Usted ha salido campeón intermunicipal, que pocos lo han sido. Usted ha estado casi en el ADN de Itagüí. Y ahora pues está en la primera A que es el fútbol aficionado. Eso es lo que da mucho lanzamiento para afuera y hay muchos futbolistas que salen. ¿Cuál es el sueño?

“El sueño ahorita más cercano es el presente, estar con Soccer Law y volverlo a sacar campeón. Ese es el sueño más cercano. El sueño que estoy buscando es llegar a fútbol profesional. Yo pienso que la oportunidad puede llegar con tranquilidad. No me apresuro ni quiero ser cabeza ahorita. Me gustaría ser un asistente, empezar como asistente para tener las experiencias. Ayudarle al cuerpo técnico. Me gustaría estar desde abajo, empezar y ganarme las cosas. No quiero de una llegar y figurar y que las cosas sean rápidas y se puedan estrellar. No quiero decir que no estoy preparado, no me gustaría. Pero quiero llevar las cosas con calma. Yo sé que esto es de mucha paciencia, estar preparado y con la ayuda del trabajo y de las ganas de uno, todo puede salir mejor”.

¿Tienen alguna preparación como técnico, algunos estudios?

“Sí, yo ahorita tengo la licencia C, tengo la licencia B. Ya empiezo la otra semana la licencia A, que ya puedo estar en el cuerpo técnico en equipo profesional. Ya los cursos de la liga todos los acabé. Y me sigo preparando y estoy esperando para hacer algo fuera del país, nos seguimos preparando porque esto no para”.

¿Cómo hay que hacer algo fuera del país?

“Hay unos cursos que están saliendo en Europa, específicamente en España, que me gustan. Lo han hecho varios entrenadores colombianos. Me gusta la metodología. Pero ahorita estoy enfocado en la licencia A y ya seguiría el curso por fuera”.

¿Cómo te ves a futuro 5, 10, 15 años?

“A futuro yo quiero seguir siendo el mismo de que empezó. La misma persona apasionada. Me veo dirigiendo profesional con un buen cuerpo técnico. Eso es primordial. Tener un cuerpo técnico de confianza. Estar en un equipo, si Dios quiere, referente o que pelee copas internacionales. Eso es algo que pienso yo, competir a nivel internacional. Y lo que Dios quiera, en el sentido de que uno está preparado y soñar no cuesta nada, como dice uno”.

¿Así como asistente?, que lo llamen, ¿así sea en un equipo de la B o de la A.?

“Sí, yo pienso que eso es una linda oportunidad. Estar en un cuerpo técnico profesional. Yo pienso que uno demuestra y uno está de pronto con ganas y puede llegar la oportunidad. Bienvenido sea. Yo pienso que el fútbol siempre da oportunidades y se las puede dar. Ahorita entrenadores hay jóvenes, está Steven Sánchez, que es amigo mío, Alejandro Restrepo, Lucas, se le están dando la oportunidad a entrenadores jóvenes. Está José Luis García, que está en Águilas. Yo pienso que empezar y demostrar el trabajo, que Dios ponga en el lugar que uno pueda crecer como persona y como entrenador.

Finalmente, supe que usted tuvo un paso por Selecciones Antioquia, háblenos un poco de eso..

“Sí, yo tuve la oportunidad de estar en varias selecciones de Antioquia, con entrenadores como Marcos Velásquez, Chiqui Londoño. Una bonita experiencia porque estuvimos con varios jugadores que han estado a nivel profesional, que han llegado a otro nivel y son referentes como fue David Ospina, pienso que la experiencia de la Selección de Antioquia es única, representar el departamento, la camisa más bonita que tiene el mundo, yo pienso que fue la experiencia más bonita que yo viví como futbolista”.

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