Momentos en casa: recuerdos inolvidables en las canchas de barrio


Dos recordados deportistas de los equipos más grandes de Antioquia, recuerdan anécdotas cuando aún empezaban en el fútbol aficionado  

Podría decirse que una de las razones por las cuales el fútbol es el deporte más popular del planeta es porque puede practicarse en casi cualquier espacio; desde los estadios más prestigiosos de Inglaterra hasta las esquinas de las favelas brasileñas, el balón rueda para niños y adultos, para ricos y pobres, para profesionales y amateurs.

En ese orden de ideas, las canchas de barrio en Medellín son el escenario propicio para cultivar anécdotas, inclusive más que en el propio Atanasio Girardot:

Auxiliado por una fanática

Juan Carlos “el Gamo” Estrada

“Yo viví muchos años en Castilla mientras hacía mi proceso en las divisiones menores del DIM. En el barrio formaba parte del Club Nantes y un día en medio del torneo de allá tuve un esguince de tobillo y no podía pararme. La gente se sorprendió cuando una dama de la tribuna saltó a la cancha y me sacó cargado; lo más curioso es que no era familiar ni conocida mía”.

Aunque ya pasaron más de 30 años desde aquel día, el “Gamo”  aún recuerda esta historia con diversión, porque no es normal que en medio de una lesión la ayuda llegue desde la gradería y por una mujer. Curiosamente, uno de sus compañeros en el Nantes se casó con ella, quien se vistió de heroína a favor del equipo que apoyaba.

 

En casa se conservan los mejores recuerdos

Diego Toro

“Una de mis historias más lindas la viví en aquella cancha al lado de la plaza de mercado de Campo Valdés. Allá crecí y tuve la posibilidad de debutar en 1994 en Liga Antioqueña de Fútbol. Gracias a Dios, logré ser campeón en Brasilia y dar la vuelta olímpica en presencia de mis familiares, amigos del colegio y del barrio”.

Seis años después, el volante debutó en el profesionalismo con la camiseta de Atlético Nacional y en 2007 fue bicampeón liguero con la camiseta del verde antioqueño. Sin embargo, y aunque sus pasos lo llevaron hasta el fútbol chino y otros cinco equipos colombianos, la primera celebración en el barrio es un momento para jamás olvidar.

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