El doloroso viaje que vivió Stefan Medina con la Selección Colombia


Poco a poco se ha ido ganando un espacio en la tricolor, el paisa le ha tocado trabajar arduamente para superar las críticas a las cuales se ha visto sometido

Ha sido uno de los jugadores que ha recibido más burlas por parte de los aficionados y críticas de los periodistas. Sin embargo, logró sobreponerse y sin hablar mucho ni responder logró ganarse un puesto en la Tricolor.

“Yo veía los memes, me llegaban. Que el tronco de un árbol, Frodo del Señor de los Anillos, era impactante. A la familia le dio muy duro, lloraron, porque Stefan es un gran ser humano y no se lo merecía, le dijo Liliana Ortiz, esposa del defensa, a El Espectador en 2019. Stefan empezó jugando en las divisiones menores de Atlético Nacional como volante ofensivo y más adelante lo cambiaron a defensa central. Debutó en 2010 bajo el mando de José Fernando Santa con 18 años.

Con Juan Carlos Osorio jugó de lateral derecho, volante y defensa central, hasta llegó a ser capitán del equipo. Por eso José Pékerman lo llevó a la Selección Colombia para un amistoso ante Serbia en agosto de 2013, aunque no sumó minutos. Luego permaneció en la convocatoria para la doble jornada de Eliminatoria de septiembre ante Ecuador y Uruguay. A Pablo Armero le sacaron amarilla en Barranquilla y por acumulación no podría estar en Montevideo.

Al no haber otro lateral izquierdo la idea era poner a Camilo Zúñiga por ese sector, ya que en el Napoli actuaba ahí con perfil cambiado. En la derecha estaba la opción de Amaranto Perea, Juan Guillermo Cuadrado o Stefan Medina. Pékerman sorprendió y alineó de titular al joven antioqueño de 21 años. A Amaranto lo pusieron de defensa central y Cuadrado quedó en el banco. Desde la convocatoria ya existían críticas por parte de varios aficionados, en especial, porque supuestamente se tenían preferencias al pertenecer a Atlético Nacional. Lo que siempre han llamado ‘la rosca paisa’.

Colombia perdió 2 – 0 en Uruguay y a Medina varios lo culparon de los dos goles. Uno donde Edinson Cavani ganó un cabezazo y otro donde Stefan dejó voltear en el área a Gastón Ramírez y anotó Cristian Stuani. De inmediato empezaron los memes y fuertes críticas en redes sociales. #ElHuecoEsMedina fue tendencia. Antonio Casale, periodista deportivo, ha contado varias veces que se encontró con la delegación colombiana que iba rumbo a Perú a hacer escala y Stefan Medina tenía los ojos húmedos, como si hubiera llorando, y viendo su celular. Ese viaje fue un martirio.

Lo peor no llegó ahí. Camilo Zúñiga se lesionó y ante Chile en Barranquilla de nuevo fue titular Medina. En el primer tiempo ya iban ganando los visitantes 0 – 3, toda una sorpresa. En el segundo gol, Stefan perdió la marca de Alexis Sánchez y en el tercero se resbaló en pleno tiro de esquina antes de la anotación. Para el segundo tiempo sacaron a Medina e ingresó Fredy Guarín. Colombia empató 3 – 3 y clasificó al Mundial después de 16 años. Todo era felicidad y celebración, menos para el defensa paisa.

Esos dos partidos marcaron a Stefan Medina con respecto a gran parte de la opinión pública. Pékerman lo llamó a tres amistosos antes del Mundial: Bélgica, Países Bajos y Túnez. No jugó y Santiago Arias se ganó el puesto. Stefan no estuvo ni en los 30 preseleccionados para el Mundial de Brasil 2014 y se marchó al Monterrey.

“Cuando nos fuimos, nos olvidamos de Colombia y de la Selección. La prensa y las redes le han dado muy duro a mi esposo, le han hecho bullying y tirado a matar por mucho tiempo…nunca contestó y nunca lo va a hacer. Es ajeno a las redes sociales. Es su forma de ser, es una persona introvertida a la que simplemente le tocó vivir eso. Dejamos de leer la prensa y las redes, aprendimos a vivir con eso”, le contó Liliana Ortiz a El Espectador en 2019.

Stefan Medina regresó a la Selección Colombia en 2015 en un amistoso ante Baréin donde disputó 14 minutos y poco a poco fue sumando minutos. Tras el retiro de Zúñiga y los constantes problemas físicos que ha tenido Santiago Arias, el antioqueño logró ganarse un puesto y dejar a un lado las críticas. Los memes probablemente nunca terminarán y algunos esperan el mínimo error para volverlo a condenar.

Comentarios