Entre lágrimas, Colombia le dijo Gracias Peláez
Hernán Peláez dirigió hasta este 23 de diciembre el programa radial La Luciérnaga. FOTO CORTESÍA CARACOL RADIO.
“Hoy solo tengo agradecimientos para todos...”
La voz se entrecortó y afloraron las lágrimas. En la cabina principal de Caracol Radio se escuchó un fuerte y nostálgico aplauso. Era la despedida de Hernán Peláez Restrepo de La Luciérnaga, el programa más escuchado de la radio en Colombia.
Con tono irreverente, crítico y ante todo lleno de un profesionalismo inquebrantable, Hernán Peláez, o simplemente el doctor Peláez como lo llaman, se encargó de prender la luz del “gran animal” radial en el que se convirtió este espacio entre a las 4:00 de la tarde y las 7:00 p.m. Con una calidad digna de un director de orquesta, se encargaba de llevar el ritmo y la batuta de un elenco integrado por periodistas, humoristas, músicos y artistas que retrataban la actualidad nacional.
“Todos siempre quisieron ser más, aportar más”, dijo a sus dirigidos con la voz propia del líder. Hubo espacio para los mensajes, la despedida, el agradecimiento y las lágrimas, como las de Alexandra Montoya, la abogada e imitadora del programa, que estuvo cerca de 20 años junto a Peláez tarde a tarde.
“Hay que entrar a contagiar a la gente, porque si entramos tristes, se entristece la gente”, precisó el doctor Peláez mientras daba finos detalles de la manera en que logró comandar ese “grupo de locos” como alguna vez los llamó. Mientras se despedía de los oyentes, agregó que como los futbolistas ingresan a la cancha y se entregan al máximo, así mismo, el grupo bajo su cabeza, cada tarde se encargaba de dejar todo.
Críticas, peleas y estar en el ojo del huracán por el tono de denuncia fueron algunos de los momentos que, de inmejorable manera, supo sortear Hernán Peláez. Desde ministros, alcaldes, gobernadores, senadores y hasta altos mandos de la Presidencia escuchaban tarde a tarde cómo, de manera cómica, le rendían cuentas al país sobre lo que acontecía. Momento que a muchos no les agradaba por los “pecados” que cargaban encima.
“Todos estuvimos gran parte del último programa con el ojo lloroso. Lo que se comentó entre todos es que tenemos que seguir adelante y arropar a Gustavo (Gómez) para sacar esto adelante”, señaló Oscar Monsalve, Risaloca, una de las voces principales de la imitación en La Luciérnaga.
Risaloca, uno de los consentidos de Peláez durante los últimos años, agregó que “él ha sido como mi papá en la radio y lo que mucha gente no sabe es que cuando a mí me han hecho ofertas de otro lado, él es el que siempre me ha aconsejado, me ha asesorado y me ha defendido”.
La nobleza que ha caracterizado a este personaje tan querido en la radio se vio reflejada la noche de este 23 de diciembre cuando atendió el llamado de los taxistas y personajes del común que se agolparon a las afueras de la calle 67 con carrera séptima de Bogotá, para darle las gracias por acompañarlos durante largos trancones con su humor fino y crítico en estos 22 años de programa.
Peláez y la otra lucha Controlar la gran nómina de personajes que pasaban por los micrófonos de La Luciérnaga no fue la única batalla que sorteó con éxito Hernán Peláez. De manera silenciosa, sin escándalos, sin quejas ni reclamos tuvo que someterse a tratamientos por un cáncer que lo aquejaba. Con el profesionalismo que lo caracterizó, el vallecaucano continuó trabajando de manera incansable todas las tardes. Primero en el Pulso del Fútbol junto a Iván Mejía y luego en La Luciérnaga. No declinó ni abandonó su trabajo. “Lo que pasa es que hay muchas personas que no luchan, se entregan”, dijo en una entrevista a Las 2 Orillas.
“Me quedan lecciones de un gran profesionalismo de un tipo que un día al aire dijo ‘tengo cáncer’ y después dijo ‘yo he llevado el cáncer gracias a que me la paso trabajando todo el día y entonces a qué horas tengo tiempo para atender la enfermedad’. Un señor que se logró recuperar de su enfermedad para la radio y que siempre fue un apasionado”, anotó Jairo Chaparro, libretista de La Luciérnaga y cómplice de gran parte del humor que todos los días se escucha en el programa.
Ingeniero Químico de profesión y periodista por vocación definen con palabras mayúsculas la despedida que la tarde de este martes se le dio al amante de los boleros, la música de antaño, la voz de Bienvenido Granda y la Sonora Matancera. Un hombre que, en definición de Chaparro, “echaba a la guerra y no se metía en la guerra”, se retiró en medio de miles de mensajes en la red social Twitter, con más de 30.000 menciones con la etiqueta #GraciasPelaez reportadas desde todas las partes del mundo. Se retiró el director de la orquesta cómico, informativa y musical más importante del país.
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Texto escrito por José Tomás Cortés Díaz
Por José Tomás Cortés Díaz.
El conocido intérprete de la balada romántica de los 70’s y 80’s, venía padeciendo de un cáncer y su deceso se produjo en la Clínica La Américas de Medellín. Paz en su tumba.
El tema musical fue grabado y publicado en el año1972, hace parte del recopilatorio exitoso de la “Voz de Oro” de España.