Andrés, 20 años después, un calidoso ¡inmortal!


Su legado, después de su asesinato el 2 de julio de 1994, es recogido por las nuevas generaciones. Lecciones de vida que dejó el ídolo.

"Andrés no está físicamente, pero uno sabe que no se ha ido porque la gente no lo quiere dejar ir, y nosotros tampoco". Las palabras de Santiago Escobar, 20 años después del asesinato de su hermano, es la misma de miles de aficionados que sienten que el "Caballero de las Canchas", a medida que pasan los años, se hace más grande.

Su legado ha sido recogido por varias generaciones, que abrieron un espacio en el corazón para el defensor de la Selección Colombia y Atlético Nacional. Y es que como repite Sachi, "Andrés Escobar fue de todos: del país, de la familia, de los adultos, de los jóvenes, de los niños. Un hombre sencillo y humilde".

El maestro Alexis García, quien compartió muchas jornadas con Andrés, en vez de repetir los elogios hacia él y que el mundo ya ha escuchado y compartido, prefiere reflexionar. Y hace un símil del momento actual en el que Colombia asiste a un gran acontecimiento por la buena campaña de la Selección en el Mundial de Brasil, como sucedió en 1994 en E.U., cuando llegó como candidata al título y en el que también el país estaba unido para la celebración.

"Solo que esa vez nos hicimos un autogol social con el asesinato de Andrés. Perdimos a un gran amigo y a un referente del fútbol y de la sociedad", relata Alexis, quien considera que si viviera, el zurdo sería entrenador, porque como hombre ejemplar tenía todo el conocimiento para enseñar. 

Alexis invita entonces a tener moderación en las acciones que se hagan y añade que a la par con la inspiración de los jugadores, "hay que seguir buscando los valores morales y éticos, en especial el derecho a la vida".

Luis Fernando Chonto Herrera, quien hizo de Andrés a un hermano, y que hoy asistirá al homenaje en la unidad deportiva de Belén desde las 8:00 a.m., confiesa que dos décadas después experimenta el mismo dolor y tristeza. "Una pesadumbre que llevaré eternamente en mi corazón".

La muerte de Andrés aún duele, alejó a mucha gente del fútbol, pero con el paso de los años continúa ofreciendo lecciones que, hoy más que nunca, Colombia debe aplicar.

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