La segunda Biblioteca del Área Metropolitana podría cerrar


En riesgo el futuro de la sede Diego Echavarría Misas de Itagüí. Ya se redujeron horarios. 

Los 100.000 ejemplares -entre libros, audiovisuales y publicaciones- de la Biblioteca Diego Echavarría Misas de Itagüí pasarían al sótano de la sede en el Parque Obrero.

La segunda biblioteca municipal más grande del área metropolitana, después de la Biblioteca Pública Piloto, arrastra una crisis fiscal que amenaza su subsistencia.

La dirección de la Fundación Diego Echavarría indica que la biblioteca tiene un déficit anual de más de 300 millones de pesos y una reducción significativa de los visitantes que pasaron de 200.000 en 2004 a 90.000 en 2013.

Ambos registros tienen en riesgo la permanencia de los servicios bibliotecarios que nacieron en 1945 gracias a los aportes de Diego Echavarría Misas y su esposa Benedikta Zur Nieden. La difícil situación económica obligaría a su cierre a finales del próximo año.

“No tenemos plata, no hay recursos. Hemos hecho un llamado al gobierno local y departamental para que se asuma la corresponsabilidad de prestar el servicio público y social de la biblioteca del municipio. No contamos con los recursos para darle sostenibilidad a este servicio”, contó el director de la Biblioteca, Raúl Fernando Montoya.

El directivo detalló que pese a recibir aportes de la administración municipal –para 2014 se firmó un convenio por 85 millones -, estos son insuficientes para solventar los gastos de funcionamiento de la Biblioteca que ascienden a 400 millones anuales.

Si no se resuelve el déficit presupuestal, la Fundación tendrá que tomar decisiones para no afectar su centro educativo y centro cultural, sus otros dos módulos.

La primera medida tras ajustarse el cinturón fue la reducción del horario que pasó de 12 a 8 horas, aunque las limitaciones seguirán si no aparece un salvavidas. “Si no hay una acción contundente y estratégica con la Biblioteca, tendríamos que cerrar en el segundo semestre de 2015”, zanjó Montoya.

La Biblioteca tiene una amplia recordación en el Parque Obrero. La actual planta física fue construida en 1987 por Benedikta  Zur Nieden y renovada en 2006. En la actualidad la institución ofrece servicios a más de 400 usuarios diariamente.

Entre su portafolio está las salas de consulta, literatura, estudio, sala Infantil, patios de lectura y un salón para reuniones. Tiene también un auditorio cultural declarado bien de interés cultural.

“La Ley permite que el municipio que no cuente con biblioteca pública puede, en convenio con un tercero, contratar el servicio público y social de bibliotecas. Esperemos una acción contundente porque el cierre de la Biblioteca sería muy lamentable para todos”, concluyó Montoya.

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