Última entrevista de Sergio Denis: “No ambiciono tener más en la vida”


En febrero de 2017 el cantante confesó que ya se había dado el gusto de hacer todo. Habló de su último disco y contó que pasó 20 años muy difíciles por problemas financieros.  Reconoció que le hubiera gustado cantar con Marc Anthony y Alejandro Sanz.

Este viernes 15 de mayo murió Sergio Denis, poco más de un año después de que sufriera el accidente en el que cayó a un foso del escenario del Teatro Mercedes Sosa, en Tucumán. Antes, en febrero de 2017, le había dado una nota al diario Clarín de Argentina, en el marco de Espacio Clarín, el lugar en el que verano tras verano se reúnen los artistas. Esta fue la charla.

Los ojos se le llenan de brillo cuando habla de sus hijos. Con mirada tranquila y ánimo renovado, contó que pasó unos días magníficos en la cabaña que su hija Bárbara tiene en Lago Puelo, en El Bolsón. "Estuve en su casa en medio de la montaña y me sentí feliz. Me di cuenta que no necesito mucho más en la vida", dijo en su paso por Espacio Clarín en Mar del Plata. Sergio Denis no tuvo años fáciles: recién en 2015 se recuperó de una profunda crisis financiera que lo llevó a la quiebra y le cobró la voz. Hoy, ya alejado de esa realidad, dijo sentirse completo y entusiasmado con "Clásico", su último disco.

-¿Qué recuerdos tiene de Mar del Plata?

“De los 47 años de carrera que tengo, 38 vine a Mar del Plata. Siempre recuerdo al Hermitage que era el lugar emblemático de los 70, hotel al que cuando llegabas, decías: `Dios, subí un escalón profesional´. Después de eso solo quedaba hacer un Obras, un Ópera, un Rex o Luna Park. Por suerte, ya me di el gusto de hacer todo. No ambiciono tener más en la vida. Y lo que tengo lo aprovecho, lo disfruto y si puedo lo mejoro”.

-Es increíble lo que ha ocurrido en el mundo con "Te quiero tanto"...

“Es una cosa que no se puede creer. El otro día escuchaba a la hinchada de Boca y del Atlético cantarlo y fue conmovedor. Hace dos años hice un aviso para vinos argentinos y Fito Páez me dijo: `Loco, el otro día escuché en Indonesia tu canción´. Y es demasiado reconocimiento para un solo cuero”.

-¿Esperaste alguna vez tanto éxito?

“No. Yo sabía que tenía mucha fuerza si Dios me devolvía la voz y en la medida que superé todos los problemas financieros -que fueron 20 de pagar y pagar- la fui recuperando. Hoy estoy disfrutando una carrera nueva, una voz nueva, un disco nuevo. Se llama ´Clásico´ y tiene algunos temas nuevos y dos remixados, "Un poco loco" y "Te quiero tanto", que son infernales”.

-¿Cómo te llevas con la nueva difusión en Internet?

“Estoy aprendiendo. Ahora tengo la ventaja de que uno de mis yernos es un genio haciendo páginas web así que le voy a pedir que me ponga a tono con las novedades que vayan saliendo”.

-¿Sos de seguir a los artistas del momento?

“Sí, escucho de todo. Hay melodías muy lindas como "Deja que te bese" de Alejandro Sanz y Marc Anthony que me encanta.Los admiro profundamente. Espero algún día poder cantar con alguno de ellos. El reggaetón suena en todo el mundo y las melodías son parecidas. En Argentina, en cambio, hay mucho compositor con buen gusto”.

-¿Y de chico qué escuchaba?

“Cantaba y tocaba folclore y algunos tangos. Me eduqué con la música de Atahualpa Yupanqui, así que tuve una escuela de oreja. Cuando mis amigos me piden que toque, yo canto folclore, pero nunca mis temas”.

-¿Con qué artistas le gustaría cantar?

“Con Alejandro Sanz y Marc Anthony. También tengo una gran admiración por Ricky Martin. Lo que ha mejorado ese tipo cuando es impresionante. A diferencia de él, bailar nunca fue mi fuerte, sino cantar y hacer canciones”.

-Igual mantiene un público femenino muy leal...

“Sí. Ahora hay muchas chicas que llevan a sus mamás y a sus abuelas a ver mis shows. No hay persona en la calle que no sepa de la existencia de "Te quiero tanto". Está en todo el mundo: en todas las radios, programas de TV y hasta en los partidos de fútbol”.

-¿Alguna vez pensó cambiar de género?

“Tuve un momento de mucha inseguridad en la composición, donde lo hice muy mal. Realmente fue un momento muy complicado en mi vida, donde grabé algunas cosas en inglés que me quedaron grandes y que nunca canté. Pero otros temas como "Los sonidos del silencio" y "Tu amigo fiel" no salieron tan mal. La gente me lo agradeció mucho porque primera vez escucharon canciones en inglés cantadas en castellano. De 20 mil pasé a vender 120 mil discos”.

-¿Qué es lo que más le agota?

“Hablar excesivamente de política. Me duele lo que quedó de este país. Amo a Argentina. Yo pude haber tenido mucho éxito en el exterior en 1992 porque estaba cansado de vender discos: vendí al menos 1.200.000. Yo veía mis discos en Miami, en Los Ángeles, en Nueva York. Sin embargo, amo el afecto y la calidez de este país”.

-¿Qué recuerdo más latente tiene de algo que le hayan dicho?

“Una vez salí del Luna Park y alguien me dijo: ´Sergio, ya lograste todo. Metiste dos Lunas, con más de 23 mil personas. ¿Qué más se puede tener?´. En 1942 metí 46 mil personas en tres días, una locura. Y recuerdo que le contesté: ´Si no tengo a quien abrazar, no me alcanza´. La fama no te alivia el alma, pero sí poder abrazar a tus hijos”.

-¿Y la fama la supo llevar bien?

“Sí, pero con mucha vergüenza al comienzo. Me inhibía que me vieran en la calle. Me sentía incómodo en los lugares grandes. Capaz sufrí agarofobia. Yo creía que el artista tenía que bajar del escenario y seguir entreteniendo. No me podía relajar, entonces sufría y me quería ir. Prefería irme a dormir o estar con alguna mujer que me era más fácil que estar en grupo”.

-¿Qué se viene para Sergio Denis?

“Este disco recién comienza. Tengo programados un montón de shows privados como casamientos y fiestas empresariales. Creo que este disco va a dar que hablar. Le voy a poner toda la polenta para que se note. Es como un renacer”.

-¿Siente el cariño del público?

“Siempre”.

-¿Y eso lo tranquiliza cuando hace un balance profesional?

“Mucho. El público me dio mucha fuerza para salir adelante cuando había perdido todo: casa, oficina, equipos de sonido. Fue uno de los peores momentos de mi vida. Las apretadas de los financistas. Me han mandado a buscar. Eso fue desde 1995 hasta 2015. En 1997 me decretaron la quiebra y me quedé con una cama, dos sillas y una mesa. Fue duro, pero mi felicidad nunca va a pasar por las cosas materiales”.

-¿Y dónde se aloja su felicidad?

“En ser fuerte. En poder combatir los demonios internos que todos tenemos. En tener una excelente relación como tengo con mis hijos. Llevo una vida como cualquier persona. Salgo a hacer las compras al supermercado. No tengo drama. Nunca tuve guardaespaldas ni choferes. Yo primero quiero ser Héctor Hoffmann, ese que inventó a Sergio Denis”.

-¿Qué pérdidas artísticas le angustiaron?

“La muerte de dos grandes: Philip Hoffman y George Michael”.

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