Jhonnatan Rico Arredondo.


El nuevo entrenador de pesas en Itagüí, un completo guerrero de la actividad física.

Siendo apenas un niño de 3 años de edad, era muy obeso, cuando tenía 15 años y antes de graduarse, una amiga suya: Luz Adriana Orozco, trabajaba en la Secretaría de Deportes, por medio de ella logró hacer la alfabetización en esta cartera deportiva.

Alfabetizaba en labores de oficina (Cartas, oficios, llamadas etc.) Ésta actividad la combinaba haciendo deporte, entrenamientos que complementaban la tarea escolar ya que lo hacía más por obligación,  pertenecía al colegio María Jesús Mejía.

Cuando llegó el momento de terminar su alfabetización, se había enamorado del deporte, más concretamente del Levantamiento de Pesas; empieza a prepararse para los juegos departamentales del año 2000, experiencia deportiva que le deja un cuarto lugar.

Para el año siguiente continúa entrenando, la posición de los departamentales anteriores lo anima para continuar en el deporte, participa en la final de los Juegos Intercolegiados en Ciudad Bolívar donde tuvo una buena figuración en los primeros lugares.

Pero este deporte en Itagüí se queda estancado por falta de entrenador. Es el momento de ir a entrenar a Medellín a la Liga Antioqueña de Pesas, allí encontró más implementos deportivos y  al técnico cubano “Marcelino”, y otro orientador deportivo llamado: John William Salazar.

Los entrenadores que encontró en la liga lo ayudaron muchísimo, lo animaron para que siguiera entrenando, pues descubrieron en él un gran potencial para esta disciplina, al punto de poder luchar por un cupo a la Selección Antioquia.

A nivel departamental, en el año 2002 en el municipio de Amalfi obtiene un tercer lugar representando a los itaguiseños, esta medalla de bronce que se gana en la tierra del tigre lo reafirma con más ánimo para seguir en el sueño de escalar  la cima de las pesas, ya que a los 17 años los deportistas de ésta disciplina salen de la competencia de los juegos departamentales.

Como todo muchacho a esa edad, la ilusión de un trabajo para ganarse sus primeros pesos lo lleva a laborar en una empresa de motos, trabajó durante cuatro años y solo iba esporádicamente a entrenar pesas.

Las ganas de triunfar y seguir en el deporte no se hicieron esperar, es cuando en el año 2006 retoma los entrenamientos, en el día laboraba en la empresa de motos y en la noche entrenaba en la liga.

La ilusión de ser ganador en pesas no le impedía entrenar solo ya que no había entrenador en ese momento quien lo dirigiera, en su mente solo esperaba obtener un cupo a la Selección Colombia.

El trabajo fue desgastante: “Abusaba del entrenamiento, ya que no tenía un orientador al frente, fue entonces cuando me lesioné la columna, se me pegaron las vértebras de la región lumbar obligándome a alejarme del entrenamiento físico.” reconoce Rico Arredondo.

El momento de esta lesión fue difícil, mucha gente de otros municipios y compañeros de los juegos departamentales lo llamaban para animarlo, entre ellos la entrenadora del Valle del Cauca:Damaris Delgado.

La incapacidad que le dieron no lo sostuvo en la empresa que laboraba. En sus citas  conoció a un médico del que solo recuerda el nombre: Raúl, era un galeno del hospital San Rafael, éste le ofreció ayuda y le consiguió un fisioterapeuta (Jorge Vélez), quien le empezó a hacer resonancias, hidroterapia, masajes, etc.

El tratamiento fue dando sus resultados, pero resalta que en tiempo de convalecencia, nunca llegó un mensaje de aliento o de ánimo de ningún personaje del deporte en Itagüí. 

Al recuperarse de la lesión, entra a estudiar en el Politécnico Jaime Isaza Cadavid, allí había pesas y retoma la actividad, fue entonces cuando la Liga Antioqueña se fija en él nuevamente.

Dos meses después, ya estaba compitiendo en un torneo zonal departamental “Ascun 2008”, éste evento es el que le daba la clasificación al Torneo Nacional Universitario. Un año después, compitió en ese mismo campeonato a nivel nacional ganándose el tercer lugar.

Tiempo después la vida le puso en el camino a Luis Giraldo, un colombiano radicado en EE UUU desde muy pequeño, el “Gringo” le contó de un nuevo sistema de entrenamiento que estaba causando impacto en el país del norte, se trataba del método “CROSSFIT”, que está basado en un sistema funcional a alta intensidad.

Este método le ayudó a fortalecer la zona media que tenía afectada por la lesión, se recuperó totalmente y un año después quedó subcampeón nacional. Giraldo, le propuso una sociedad para montar un gimnasio con ese sistema de entrenamiento en la ciudad de Medellín, éste centro de acondicionamiento físico se abrió en el barrio el Poblado y ha sido todo un éxito.

Hoy en día tiene su propio gimnasio en sociedad con otros amigos en el municipio de Sabaneta.

El momento difícil de la lesión lo fue superando poco a poco, optando por desligarse de las pesas e ingresa a hacer un curso de juez en la liga, asiste a los eventos como árbitro, en el año 2011 era juez nacional, en el recorrido de los eventos se iba encontrando con los amigos y alumnos que había tenido como deportistas.

Para el año 2014 hace una propuesta en la Secretaría de Deportes de Itagüí, para trabajar en ella, ésta fue aprobada, es la segunda vez que trabaja en ésta cartera deportiva, ya que en el 2007 había sido descubierto y le dieron la oportunidad de laborar como auxiliar de pesas en Itagüí.

Queda en la memoria de este entrenador, el momento de la recuperación de su lesión, el reencontrase con las pesas, su gran ilusión, en la retina esta la preocupación de no ver en el momento una cartera de pesistas que haga el relevo generacional.

Anécdota: 

En el año 2010, viví algo bonito, eran los Juegos Departamentales en Apartadó, un día de descanso nos fuimos para Turbo, a una hora aproximadamente de la sede de los juegos, muchos de los deportistas no conocían el mar, ver la alegría de ellos fue un disfrute total

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