“Las mamás del patinaje” Parte 2: Hoy, Eudilia y Salomé


La pequeña Salomé llegó al Cubo sin saber dar un paso en los patines, ahora los domina y se prepara para los grandes retos del patinaje

Sencillez en sus palabras pero amable con el redactor, así es la mamá de Salomé Pérez Perdomo, una pequeña que se levanta cotidianamente a las 5 de la mañana para estar en una de las aulas de la Institución Educativa San José a las 6 y 30 de la mañana para iniciar su jornada académica.

Eudilia y su hija son residentes del barrio Bariloche de Itagüí, desde allí se desplazan al Coliseo El Cubo a cumplir la cita con el patinaje, no importa la dificultad de los pasajes, lo importante es contribuir al logro de su hija, “la mamá del patinaje” ve que su sueño de ver a su hija convertida en una gran deportista no está lejos.

Primera vez que Salome incursiona en el deporte, por referencia de una amiga de la mamá, la pequeña disfruta de la disciplina de los patines.

“Salomé inicia su día a las cinco de la mañana, de lunes a viernes ingresa a las 6 y 30 de la mañana a su jornada académica que cumple hasta pasado el mediodía, posteriormente llegamos a su entrenamiento al cubo”. Comenta Eudilia.

El orden y la disciplina son su mayor bandera, estar pendiente de la pequeña Salome es su gran labor como madre, sabe muy bien que en el coliseo más grande de los itagüiseños, los sueños abundan y para su hija quiere que en el deporte, esté uno de esos dueños. 

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