Emotivo homenaje para el Chapecoense


Miles de colombiano acudieron la noche del 30 de noviembre al estadio Atanasio Girardot donde se jugaría la final de la Copa Suramericana entre el Chapecoense y el Atlético Nacional.

Más de 50 mil colombianos se reunieron la noche del miercoles 30 de noviembre en Medellín para homenajear al club de fútbol brasileño Chapecoense, cuya plantilla murió en el accidente aéreo del lunes pasado.

El hecho, que dejó 71 muertos y seis heridos, ocurrió en "Cerro Gordo", una montaña de unos 3 mil metros de altura en jurisdicción del municipio de La Unión, a unos 38 kilómetros al sur de Medellín y a escasos 36 kilómetros del aeropuerto José María Córdova de Rionegro, donde debía aterrizar la aeronave.  

Los asistentes al estadio Atanasio Girardot de la capital paisa, donde en la noche del mismo día se iba a jugar la final de la Copa Sudamericana entre el Atlético Nacional y el Chapecoense, portaron prendas y flores de color blanco, encendieron velas en señal de oración y gritaron al unísono "vamos, vamos Chape".

Antes del inicio, la Alcaldía de Medellín liberó 71 palomas blancas en representación de las víctimas del accidente de la empresa venezolana Lamia, que transportaba a 22 futbolistas, 24 miembros del cuerpo técnico y acompañantes, 22 periodistas y nueve tripulantes.

La cancha del estadio tenía en la bomba central un arreglo floral que simulaba una corona fúnebre junto a los escudos de los dos equipos, que comparten el color verde pero hoy tenían de fondo el negro, y las banderas de Brasil y Colombia.

Además, los arcos del Atanasio Girardot fueron derribados para el homenaje y los jugadores de Nacional usaron su uniforme alterno. Los helicópteros de la Fuerza Aérea Colombiana que apoyaron las labores del rescate sobrevolaron el recinto.

MULTITUDINARIO

Tras el minuto de silencio, los saltos, cánticos y el movimiento de banderas blancas retumbaron en la construcción con capacidad para 44 mil espectadores. Afuera también se oyeron los gritos y aplausos de quienes no alcanzaron a ingresar.

El canciller brasileño, José Serra, intervino con palabras de agradecimiento y con lágrimas en los ojos aseguró que "Colombia es un verdadero hermano" de su país.

"En estos momentos de gran tristeza, las expresiones de solidaridad que aquí encontramos en cada uno de ustedes colombianos e hinchas nos ofrece un grado de consuelo inmenso, una luz en la oscuridad cuando todos estamos intentando comprender lo incomprensible", señaló.

"No será una casualidad que los colores de ambos equipos sean verde y blanco, de esperanza y paz, más allá de la tragedia ¡muchas gracias Colombia!", agregó el ministro de Relaciones Exteriores. 

A su turno, el técnico de Nacional, Reinaldo Rueda, destacó el juego del fútbol brasileño y en especial del que estaba haciendo el Chapecoense. 

"Ese fútbol lindo que tanto nos ha enseñad, el de Chapecoense seguirá con nosotros. Vamos a extrañarlos y es un vacío muy grande para todos", sostuvo. 

Antes de finalizar el acto fueron nombrados uno a uno los jugadores, periodistas, acompañantes y miembros de la tripulación que murieron en el hecho y se elevaron globos blanco al cielo.

En otras ciudades como Bogotá, Cali y Barranquilla se realizaron homenajes similares en algunas calles y parques, donde cientos de aficionados se reunieron con banderas, tambores y pitos. 

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