SERRAT: ¡BENDITO SEAS POR SIEMPRE!
A sus casi 72 años (diciembre 27), el catalán de la música, canta como nunca
Uno de los regalos maravillosos de la vida es la música de Joan Manuel Serrat, quien desde hace cinco décadas nos acompaña en medio de alegrías, atardeceres y amaneceres, amores y desamores, tristezas y soledades. Con él -que nació en el mediterráneo: “A tus atardeceres rojos se acostumbraron mis ojos como el recodo al camino, soy cantor, soy embustero, me gusta el juego y el vino, tengo alma de marinero”- aprendimos a amar a Miguel Hernández, Antonio Machado, Mario Benedetti, Rafael Alberti, León Felipe y, por supuesto, al gran Pablo Neruda, etc.
Este cantautor polémico -a la vez compositor, escritor, poeta, trovador y actor-, irreverente e iconoclasta, cuyas canciones fueron silenciadas diez años por la dictadura franquista, que se asiló en México y vivió en nuestro país, ha recorrido el mundo con su canto y su mensaje para el hombre de comienzos del siglo XXI, que se acostumbró a vivir como esclavo y a arrasar su propio planeta. Basta escuchar su Llanto al mar: “Cuna de vida, caminos de sueños, puente de culturas (¡ay, quién lo diría...!) ha sido el mar. Miradlo hecho un basurero. Miradlo ir y venir sin parar. Parece mentira que en su vientre se hiciera la vida”.
Es el mismo de “Una guitarra”, “Hijo del Mediterráneo”, “Amo el mar” “Decir amigo”, “La mujer que yo quiero”, “Esos locos bajitos”, “Algo personal”, “Penélope”, “Balada de otoño, “Cantares”, “El hambre”, “Aquellas pequeñas cosas”, “El Sur también existe”, “Sombras de la China”, “Las mujer que yo quiero” o las “Nanas de la cebolla”; el que, con su palabra maravillosa y bien cultivada, conmueve, e invita a perderse en las lejanías.
Serrat es el más grande de su género en el ámbito hispanoamericano y, en contra de lo dicho por algunos, no es todavía un clásico porque -a sus casi setenta y dos años- está vivo, lleno de fuerza, celebrando sus “bodas de oro con la canción” con su público, que lo ama con delirio y lo celebra hasta rabiar. Él está, ahora, más presente que nunca con su guitarra terciada, su voz inconfundible y sus acordes, diciéndoles a todos que es irrepetible e inolvidable; que venció al cáncer y, así parta un día de la vida terrena, acompañará a muchas generaciones más las cuales dirán que este cantante legendario lo revolucionó todo y cambió, para bien, muchas vidas.
Su gran aporte a las artes le ha valido múltiples reconocimientos internacionales entre los cuales se cuentan cuatro doctorados honoris causa; la calidad de profesor honorario de la Universidad de Buenos Aires; la Medalla de Oro de la Ciudad de Barcelona; la Medalla de Honor del Parlamento de Cataluña; la Orden del Águila Azteca; y, para acabar de ajustar, es Caballero de la Legión de Honor de Francia.
No obstante, sus mayores galardones son los aplausos y las ovaciones, el afecto y la admiración, cosechados entre sus seguidores quienes ahora lo disfrutan en esta gira por toda América; y, por supuesto, en los escenarios nacionales donde mucho se le admira, sobre todo cuando llega con sus cincuenta grandes y renovados éxitos, que forman parte de su “Antología desordenada”, su último regalo de aniversario.
En fin, este es el esplendoroso artista que aparece en medio de las noches insomnes, en un bar, en un automóvil o en los aviones, en las clases universitarias, con los abrazos de los enamorados, en las calles o en las carreteras, en el solaz del hogar, o disfrutando de esta tierra maravillosa entre el verde de las montañas que invita a robarse el aire perfumado. El que llama a cantar, de la mano de Miguel Hernández (tal vez su más grande interpretación), este himno maravilloso: “Para la libertad, sangro, lucho, pervivo. Para la libertad, mis ojos y mis manos como un árbol carnal, generoso y cautivo, doy a los cirujanos”. ¡Bendito seas por siempre Serrat!.
El 1 de junio de 2013 salimos al aire con una proyección futurista, pero los años fueron bondadosos y hoy al cumplir nuestro undécimo aniversario podemos decir que nos creen.
ver más...
Se habla de que el Rey Blanco del Brasil incluiría a Colombia en su próxima gira por latinoamérica.
La canción fue grabada en el año 1969, dedicada a una gran estrella de la música española.
Texto escrito por José Tomás Cortés Díaz
Por José Tomás Cortés Díaz.
El conocido intérprete de la balada romántica de los 70’s y 80’s, venía padeciendo de un cáncer y su deceso se produjo en la Clínica La Américas de Medellín. Paz en su tumba.
El tema musical fue grabado y publicado en el año1972, hace parte del recopilatorio exitoso de la “Voz de Oro” de España.