Fluminense vence a Boca Juniors en el Maracaná y es campeón de la Libertadores


El gol de la victoria lo marcó John Kennedy en la prórroga.

La espera terminó. Después del trauma de 2008, los hinchas del Fluminense nunca dejaron de creer que el Fluminense saldaría cuentas con el pasado y ganaría la Libertadores. El destino intentó que este momento llegara al mismo lugar donde se vivió el drama de hace 15 años. En un Maracaná repleto, frente a una afición que nunca dejó de apoyar, los tricolores escribieron historia. Vencieron a Boca Juniors y le dieron al club el título de campeón de América. 

Un logro que corona el trabajo iniciado desde el año pasado, con la llegada de Fernando Diniz. El campeón de la Libertadores 2023 es un equipo en sintonía colectiva y con talentos individuales. Entre ellos, la estrella Marcelo, que dejó el fútbol europeo para levantar el trofeo en el club que lo reveló; y Germán Cano, máximo goleador argentino que abrió el marcador y se convirtió en el máximo goleador del club en la competición (16 goles marcados).

Pero el mayor brillo de la final provino de un jugador mucho menos popular. El joven John Kennedy, de 21 años, salió del banquillo para cumplir la profecía de Diniz, quien le decía que marcaría el gol del título. En la prórroga, el delantero atrapó el balón de Keno y disparó a la portería argentina. Todo un heroísmo, teniendo en cuenta que el chico se ha convertido en una pieza clave del equipo en los últimos meses, marcando goles decisivos en los octavos de final de la Libertadores.

Como era de esperarse, fue un partido de mucha tensión y dramatismo para ambos aficionados. Fluminense empezó mejor y se fue al descanso con bastante ventaja. Los de Diniz controlaron el ritmo del partido en los primeros 45 minutos. Tuvo más posesión del balón (68%) y enfrentó mucho más peligro. Mientras Boca solo remató una vez, los Tricolores dispararon al arco cinco veces.

En uno de ellos, al 36, Keno creó un buen vínculo con Arias y avanzó por la derecha. En una jugada conocida -pero siempre letal- Canó fingió ir al segundo palo, pero cambió de dirección y se retiró al centro. Tuvo libertad para recibir el centro y rematar primero, quitándole cualquier posibilidad de defensa a Romero.

El drama del lado de los tricolores quedó reservado para el segundo tiempo. Boca naturalmente adelantó su marcaje y avanzó más. Rodeó el área del Fluminense, pero no dio indicios de que lograría igualar. Hasta que, al 26, Advíncula, que llevaba lo peor del marcaje ante Cano en el primer gol, aprovechó la falta de combatividad en el marcaje para pegar un bonito disparo desde fuera del área y empatar.

En la prórroga, Boca enfrió el ímpetu y volvió a apostar por llevar la disputa a los penales. Pero no había necesidad de estar de acuerdo con la otra parte. Principalmente con John Kennedy, que soltó una bomba a los 6 minutos del primer tiempo para romper el empate y cambiar el destino de la final.

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