Los tres mundialistas de Talento Dorado en la Liga Argos

Yeisson Alexis Fonnegra Bolívar.

Desde que tenía conocimiento de sí mismo, pedía balones al niño Dios. Siendo apenas un chico de 6 años la vena futbolística hacía parte de su vida, su padre tenía una escuela de fútbol, esto hizo que le cogiera más amor a este deporte.

En Bello, su tierra natal, ingresó a diferentes equipos, pero debido a las pocas oportunidades del fútbol 11, vio la opción de jugar fútbol sala en unos Intercolegiados en Envigado, el camino por esta modalidad de deporte lo llevó a varios equipos.

En el 2007, ingresa a la selección Antioquia sub 17. Su equipo queda 3° en Madrid Cundinamarca, en esa misma categoría lideró la capitanía del equipo paisa en el año 2008 en Jumbo-Valle y continuó hasta el 2012 en esta selección.

Mucho antes, en el 2010, es llamado a la Selección Colombia después de un nacional en el municipio de Guatapé.

En el equipo nacional participa en el suramericano  sub-20 de ese año que se realiza en Medellín, su fútbol en esta selección se apreció en El coliseo “El Cubo”, ya que los partidos fueron programados allí.

En el 2011, es llamado a una convocatoria a Talento Dorado, quedó elegido y desde entonces representa al equipo Itaguiseño en la Liga Argos. Con este equipo ha levantado  en dos ocasiones el trofeo en este torneo 2012-1 y 2013-1.

Sus participaciones con la Selección Colombia,  han sido en el mundial de Tailandia en el 2012, en el 2013 el Circuito Suramericano en Brasil, Suramericano Sub-20 en Venezuela y los Juegos Bolivarianos en Perú.

Hace poco regresó al país, pues se encontraba con la Selección en el Suramericano de Chile 2014, donde fue elegido entre los mejores jugadores del mundo en la categoría sub-23.

El mejor momento de su carrera ha sido el llamado a la selección en el 2010, mientras que el peor ha sido en Tailandia cuando se perdió con Guatemala, en ese momento las críticas fueron muy fuertes.

Yeisson ve a Dios como su todo, mientras que a su padre lo admira y es para él un ejemplo a seguir, su familia le representa todo el apoyo para el deporte, su mayor sueño se ha visto realizado en la Selección donde ha cosechado triunfos y grandes amigos, en especial Angellot Caro, mientras que guarda en su mente un gran recuerdo, Tailandia 2012.

Anécdota:

“En Jumbo-Valle, jugando contra Bogotá y siendo capitán del equipo, su padre que ha sido el técnico, para el tiempo y lo regaña fuertemente, primera vez que vive un momento como ese por bajo rendimiento. Luego de ésta llamada de atención tan fuerte continúa jugando, se convirtió en la figura del partido y marca dos goles, ese día ganaron 7-6”.

Jhonatan Andrés Giraldo Toro.

Uno de los jugadores más experimentados de este grupo de seleccionados, es sin lugar a dudas Giraldo Toro. Siendo apenas un niño de 10 años empieza a jugar fútbol en el equipo del INEM. Jugó los Intercolegiados  y en 2009 es llamado al club de Itagüí y es allí donde juega 2 departamentales, los de Santa Rosa y en Apartadó 2010.

Su fútbol vistoso lo lleva a jugar en liga y queda varias veces campeón. En el 2011 le llega la oportunidad en Talento Dorado, es también uno de los jugadores que quedó campeón en dos ocasiones con este elenco en la Liga Argos (2012-2013).

Jugando allí es donde se conoce la dimensión de su fútbol, es llamado a la Selección donde participa en todo el proceso de eliminatorias para el mundial de Tailandia, luego se va para Venezuela a jugar en el Deportivo Táchira, donde tiene una destacada participación cabalgando todo el torneo, pero el equipo claudicó en la  final.

Es el único deportista nativo de Itagüí que ha llegado a un mundial en este deporte, sencillo y de extracción humilde, es el típico jugador de los que en cualquier equipo tendría cabida por la exquisitez de su fútbol, ya que juega de lateral izquierdo, muy habilidoso, buen marcador y presente en el gol permanentemente.  

Su gran orgullo es pertenecer a ésta familia de la Selección, de su querido Itagüí, dice él: “Como este terruño no hay nada mejor.” Siempre ha recibido el apoyo incondicional de su familia y ve a su entrenador Osmar Fonnegra como un papá en este deporte que es su vida, y todos los triunfos y aciertos se los agradece a Dios que lo ve como la fuerza Suprema.

Anécdota:

“La experiencia que viví en el mundial de Tailandia fue única, ver la cultura en éste país oriental me impresionó bastante”.

Luis Felipe Barreneche Pizza.

Uno de los tantos jugadores a los que el fútbol le llegó por herencia es éste habilidoso deportista, nieto de aquella figura que integró la primera nómina profesional del Independiente Medellín: Humberto Barreneche.

Sus inicios, se produjeron en la escuela de Sedeco-Coltejer. Participó en el Pony-Fútbol 1984 en una categoría donde era dos años más joven y hacía parte del equipo de la Gloria de Itagüí.

En ese mismo torneo también jugó con el barrio Téjelo para luego ingresar a las divisiones inferiores del DIM. Allí en el equipo del pueblo,  una lesión le bajó el rendimiento, esto le restó posibilidades de seguir en el fútbol 11.

Vio el fútbol sala como la alternativa de continuar jugando y es llamado en el 2008 a la selección Antioquia donde se queda hasta el 2009.

Como sus dos compañeros. Fonnegra y Giraldo Toro, también es llamado a jugar en Talento Dorado en el 2011 y posteriormente cumple todo el proceso de eliminatorias hasta llegar al mundial de Tailandia. Después de este evento orbital, continuó en los diferentes torneos en que la Selección viene participando.

 Las características que identifican a Barreneche siempre han sido la definición, el cambio de ritmo, un gran pasador y aunque juega de lateral derecho siempre ha estado presente en el gol.

Ve a Dios como su gran fortaleza, el apoyo que su familia le ha dado ha sido fundamental en su carrera, gracias a su técnico Osmar Fonnegra a quien ve como un maestro y que le ha dado la oportunidad, siente gran pasión por el Fútbol Sala y su gran sueño se vio reflejado y materializado al ser llamado a la tricolor colombiana donde se siente muy orgulloso.

Su humanidad se ve reflejada cuando regalaba sus camisetas para ser subastadas y así ayudar a una fundación que estuvo creando.

Anécdota:

“En Chile, en el reciente Suramericano, me di cuenta que hay una localidad curiosamente de nombre Barreneche. Un día dos habitantes de este pueblo se acercaron para conocerme por tener el mismo nombre de su tierra, me regalaron una camiseta que llevaba impreso el nombre de su tierra, también les di mi camiseta”.