Siempre los recordaremos: Hoy, Leonardo Favio, Lucio Dalla


Dos voces icónicas que se marcharon el mismo año, uno en Europa, el otro en América, pero igual fueron grandes de la época que quedaron tatuados en el corazón del oyente

Lucio Dalla

Lucio Dalla, nació en Bolonia el 4 de marzo de 1943, fue un cantautor italiano cuya carrera duró más de cuarenta años. Excepcional clarinetista y dotado teclista, emblemático su desinterés por la guitarra, desinterés que lo convierte en un ejemplar extraño comparado con el cantautor clásico.

Su carrera comienza siendo muy joven, como clarinetista en un grupo de jazz romano del que forman parte, también, Fabrizio Zampa y Massimo Catalano. Descubierto por Gino Paoli, que lo convence para iniciar su carrera como solista. Su debut resulta polémico, y en múltiples ocasiones le lanzan objetos al escenario debido a sus propuestas audaces para la época y a su look transgresivo. En cualquier caso, la provocación forma parte del estilo de Dalla. Su primer álbum, titulado 1999 alterna piezas de carácter extravagante y escaso valor musical con pequeñas joyas, como Tutto il male del mondo, la canción más elaborada musicalmente de este trabajo. Posteriormente, como otros divos de la época, aguará el vino de su producción artística para sobrevivir musicalmente. A pesar de ello, crea piezas de gran calado musical como Lucio dove vai e Il cielo. Abrirá posteriormente una nueva década con el álbum Terre di Gaibola, que contiene varias piezas destacadas (Il fiume e la città, Orfeo bianco, Non sono matto y África). Cerrará esta su primera etapa con un álbum de escaso valor, 4 marzo 1943, con evidentes cesiones comerciales (de este disco sale la canción del mismo nombre del disco 4 marzo 1943 (que grabó en español, bajo el título "Un Niño llamado Jesús").

Acontece entonces una benéfica ruptura en la trayectoria de Dalla, al asociarse al poeta boloñés Roberto Roversi, iniciando una colaboración que durará cuatro años y tres álbums. El controvertido disco Automobili resultará un éxito de ventas. De este álbum Roversi se distancia parcialmente, firmándolo con el seudónimo Norisso. Frustrado por una colaboración artística, con Roversi, que entra en crisis inmediatamente después de dar lugar a sus más elevados frutos, Dalla decide convertirse en el único referente de su música, y desde entonces será el compositor, letrista, arreglista y principal músico en todas sus obras, a la vez que se rodea de un núcleo de músicos boloñeses que confluirá en parte en la creación de los Stadio de los excelentes guitarristas Jimmy Villotti y Ricky Portera. Esta etapa se caracteriza por la fuerte necesidad de Dalla de contar y contarse. Se puede resumir esta época del autor con la canciones Anna e Marco, Futura y Caruso (esta última hecha años después fuertemente conocida, incluso en España, por Luciano Pavarotti).

El estilo poético de Dalla como letrista es, en varios aspectos, antitético al de los cantautores convencionales, sin pretensiones de erudición ni de formalismo, jugando a veces con alegría y a veces con inquietud con la lengua cotidiana.

La fascinación por el mar, que llegará a cumbres casi freudianas en la magnífica Nun parlà; el gusto por el cultivo de una afectividad aún adolescente (Stella di mare o Futura); los desconcertantes pasos de lo dramático a lo cómico son algunas de las características de sus letras, a la vez que sus músicas resultan cada vez más cantables y fascinantes.

Durante al menos diez años, Dalla pone de acuerdo a público y crítica como quizás tan solo Battiato había sido capaz de hacer. Varios cantautores de la generación posterior son explícitos deudores suyos (Carboni, Bersani, Grignani, Antonacci… colaboraciones con De Gregori, y ecos de Dalla en Rossi, Fornaciari y Ligabue).

Pasado el hito del medio siglo, Dalla entra en un crepúsculo dorado, abandona los histrionismos y acepta con sabiduría popular las consecuencias de la edad. En el último decenio, sus álbums pierden su impacto sorprendente y original y se convierten en excelentes muestras de canción de autor. El Dalla actual es un artista aún vital que consigue no convertirse en un icono de sí mismo y a continuar proponiendo una música emocionante y plenamemente suya.

Causas de su muerte

El cantante murió en Montreux, al oeste de Suiza, pocas horas después de ofrecer un concierto como parte de su gira europea Esto es amor. El jueves 1 de marzo, tres días antes de su onomástico 69, falleció inesperadamente luego de un infarto.

El célebre cantautor se encontraba en tierras suizas realizando su gira europea, para la que había programado varias presentaciones en Montreux.

El director de la Temporada Cultural de la citada ciudad, Pascar Pellegrino, explicó que más de 800 personas disfrutaron de su espectáculo en el Auditorio Stravinski. El último concierto del cantautor se extendió por más de dos horas.

Los funerales del artista se realizaron en su natal Bologna a las 14:30 (hora local) del domingo, precisamente el mismo día en que hubiera cumplido 69 años.

 

Leonardo Favio

Fuad Jorge Jury, más conocido por su sobrenombre artístico Leonardo Favio nació 28 de mayo de 1938, Luján de Cuyo, Mendoza, Argentina. Fue un productor y director cinematográfico, guionista, compositor, cantante y actor argentino.

Con sus películas ganó premios nacionales e internacionales, considerándosele un director de culto exitoso y respetado. Sus películas Crónica de un niño solo y El romance del Aniceto y la Francisca han sido consideradas como las mejores de la historia del cine argentino en dos encuestas entre especialistas.

Como cantante fue uno de los precursores de la balada romántica latinoamericana en las décadas de 1960 y 1970, alcanzando el éxito en toda América Latina. Entre sus canciones más populares se encuentran Fuiste mía un verano, Ella ya me olvidó, Para saber cómo es la soledad (Tema de Pototo) de Luis Alberto Spinetta y Chiquilladas de José Carbajal.

Sus canciones han sido versionadas en más de catorce idiomas. Nació en un barrio pobre y complicado, donde soportó el abandono de su padre. Pasó gran parte de su infancia internado; conflictivo, siempre escapó o se le expulsó. Una serie de robos pequeños le llevó incluso a la reclusión carcelaria. Estudió un tiempo como seminarista y más tarde intentó en la Marina: duró poco y se marchó con el mismo uniforme con el que sirvió a pedir limosnas en Retiro.

Su madre, escritora de radioteatros, solía conseguirle "bolos" (pequeños papeles escasamente remunerados) en Mendoza; etapa en la que además comenzó a preparar sus primeros libretos. De pequeño Favio aprendió a tocar guitarra, intercambiando clases por trabajo. Antes del reconocimiento solo cantó en reuniones íntimas, entre amigos y familiares. Su debut como cantante le llevó a la Botica del Ángel, a manos de Eduardo Bergara Leumann.

Ese mismo día un ejecutivo de la CBS le propuso grabar un disco, resultando el primer sencillo de Favio “Quiero la Libertad”, un gran fracaso. La productora entonces le aconsejó grabar Fuiste mía un verano y O quizás simplemente le regale una rosa; íconos de su primer álbum, también titulado Fuiste mía un verano (1968).

El disco resultó emblemático, constituyendo el más clásico de sus repertorios. Tras su participación en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, en Chile, Leonardo consolidó su fama internacional. El éxito sofocó un poco a Favio. De una vida más bien tranquila como director, pasó a un mundo mediático, lleno de fanáticos y conciertos continuados; tanto le atochó la fama que llegó a encerrarse durante meses en su departamento.

Luego de grabar su segundo álbum – Leonardo Favio (1969)- y en pleno apogeo de su éxito como cantante, dejó los escenarios para dedicarse por completo a su película Juan Moreira (1973). Nazareno Cruz y el lobo (1975, sobre el radioteatro de Juan Carlos Chiappe) consolidó a Favio como director, siendo esta la película más vista en la historia del cine argentino. En 1976, realizó Soñar, Soñar, con Gian Franco Pagliaro y Carlos Monzón y, tras el golpe militar, se fue al exilio. 

El Exilio

En 1976 dejó Argentina, exiliado por la dictadura que sacudió al país hasta 1983. Comenzó entonces una gira por América Latina, donde vivió casi dos años junto a su familia. Luego se consolidó en Colombia en la ciudad de Pereira.

Al volver a Argentina, en el año 1987, reinició su carrera como realizador cinematográfico (filmó Gatica, el Mono, 1993) y continuó paralelamente la de cantautor. Entre 1996 y 1999 realizó un documental – sin estreno comercial- titulado Perón, sinfonía del sentimiento. Favio relata en cinco horas y cuarenta y cinco minutos la situación de Argentina entre la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y la muerte de Juan Domingo Perón (1974).

Sus últimas apariciones con cierta asiduidad se habían dado durante el proceso producción de Aniceto, de 2007, su última película y relectura en clave de ballet cinematográfico de un clásico propio de 1966. El filme arrasó en los premios Cóndor de Plata. Sumó nueve, incluyendo los de mejor filme y mejor director. Su siguiente proyecto, demorado e inconcluso, iba a llamarse "El mantel de hule".

Su última aparición pública fue en agosto de 2012, tres meses antes de su deceso cuando la Cámara de Diputados argentina le otorgó el Diploma de Honor Presidente Néstor Kirchner por "su trayectoria artística y sus convicciones intransferibles".

Causas de su muerte

Leonardo Favio llevaba años de enfermo de polineuritis, lo que le dificultaba desplazarse, pero no fue hasta el 5 de noviembre que a los 74 años de edad una neumonía lo terminó venciendo. Considerado uno de los mejores directores de cine de la historia argentina, Favio falleció en Buenos Aires, sin poder terminar El mantel de hule, que iba a recordar su infancia de pobreza en la provincia de Mendoza.

Comentarios