Siempre los recordaremos: Hoy, Sergio Blanco y Gian Franco Pagliaro


Dos grandes de la música que dejaron su sello como cantantes en los años 70’s

 

Sergio Blanco

Sergio Blanco Rivas, nació el 17 de noviembre de 1948, Bilbao, España, desde joven siempre mostró su inclinación y afición por la música, comenzó a cantar con Estíbaliz Uranga (a quién conoce en la universidad) en 1968 en el grupo Voces y guitarras, antecedente de Mocedades, del que también formaban parte los hermanos de Estíbaliz. Con Mocedades grabaron tres discos, entre ellos, Búscame. Fue autor, entre otros, del tema Yesterday was a happy day.

En diciembre de 1972 Sergio y Estíbaliz abandonaron el grupo y se consolidaron como dúo musical, en noviembre de 1973, con el nombre artístico de Sergio y Estíbaliz. Poco después, en marzo de 1975, fueron los representantes de España en el Festival de Eurovisión, con la canción Tú volverás de Juan Carlos Calderón con la que quedaron en décimo lugar. Meses después, el 9 de diciembre, la pareja se casa en Bilbao. Fruto de este matrimonio nacerían dos hijas, Allende (1983) y María (1988), voz y guitarra del grupo MäBU.

En 1976 el dúo graba un disco dedicado a canciones populares hispanoamericanas repliche orologi italia y tras un año de paro forzoso por enfermedad de Sergio, vuelven con el espectáculo de La Misa campesina nicaragüense, que llevan por España junto a Miguel Bosé, Elsa Baeza y Laredo en 1979.

Tras tomarse un descanso en 1983 graban Agua con el que volvieron de nuevo a sus orígenes y con producción de Juan Carlos Calderón.

En 1984 hicieron una breve aparición en el concierto de los 15 años de música de Mocedades donde cantaron tres temas. Ese mismo año, participaron en el musical Jesucristo Superstar y al año siguiente sacaron Cuidado con la noche con los temas Cantinero de Cuba, de Arturo Pareja Obregón, y Te quiero y ya de Hernaldo Zúñiga. Este trabajo les llevó a lo más alto de las listas de ventas.

Tras la tibia acogida de los discos De par en par (1989), y Planeta tierra (1992), el dúo desaparece para formar un año después, con algunos antiguos componentes de Mocedades, como Amaya e Iñaki Uranga (ambos hermanos de Estíbaliz) y con Carlos Zubiaga, el grupo El Consorcio, con el que grabaron siete discos, el último en 2008 titulado, Querido Juan.

Una de sus últimas apariciones públicas de Sergio y Estíbaliz data de 2007, cuando formaron parte del jurado del popular concurso de TVE Lluvia de Estrellas. Y una de las últimas entrevistas que concedió Sergio fue a Europa Press fue el 21 de enero de 2015. En ella se mostraba optimista sobre su recuperación. "No te vas a quedar como un perrito lamiéndote las heridas", declaró en esa ocasión.

A Sergio Blanco también se le recuerda por su faceta de escultor, en la que, tras más de 25 años trabajando en bronce se consolidó como uno de los mejores escultores figurativos, principalmente de temática histórica. Algunas de las piezas de esa faceta artística se pueden ver en espacios públicos, como la gran escultura sedente del "Papa Luna" en Peñíscola (Castellón), "Juan II de Castilla", en Ciudad Real, o el "Duque de Ahumada" en Madrid.

Causas de su muerte

En el año 2013 se le diagnosticó una grave enfermedad que no quiso ser desvelada por la familia., falleció a las seis y media de la mañana del martes 17 de noviembre de 2015 en el hospital San Camilo de Tres Cantos (Madrid).

Canciones de Sergio y Estibaliz

Búscame, Alfonsina y el mar, Campesina santandereana, Cantinero de Cuba, Dos arbolitos, Gina, La Amelia, Mano con mano, Piel, Quién compra una canción, Puede que te quiera, volverás, Tu volverás, entre otras.

Gian Franco Pagliaro

Carlo Pagliaro, alias Gian Franco Pagliaro, hijo de Francisco y Anna, nace en Nápoles un 23 de julio y lo bautizan el 26 de julio, 3 días después. Sigue siendo del signo de Leo.

A la edad de 6 años la familia se muda Bagnoli, a media hora de Nápoles, una localidad balnearia donde el pequeño Carlo inicia sus estudios primarios en una escuela de monjas. Es el primero de 4 hijos, Antonio, Annamaría y Sonya son sus hermanos.

Carlo o Gian Franco manifiesta tempranamente sus inclinaciones artísticas. Le gusta mucho el dibujo y dibuja bastante bien. En el colegio es popular, los compañeros le piden dibujos que él entrega a cambio de lapiceras, cuadernos y bolitas. Tiene oído musical. En la familia hay un tío tenor y el canto, la música, es como la pasta y la pizza, cosa de todos los días.

Se cantan arias y canzonettas. Tosca, La Boheme, La Traviata, Cavallería Rusticana, I pagliacci, O sole mio, Torna a Surriento, los nombres de Puccini, Verdi, Mascagni son parte del aire familiar que respira Gian Franco.

Papá y Mamá tienen previsto para el pequeño Carlo un futuro de arquitectura. Lo ven dibujar asiduamente y relacionan esa habilidad con el diseño de palacios y castillos. Gian Franco con el tiempo potencia su inclinación hacia las artes. Le interesa el cine, la poesía, descubre el Renacimiento, la arquitectura de Nápoles, una ciudad rica en monumentos, iglesias, edificios de variados estilos arquitectónicos.

Sin embargo todo ese futuro y los planes previstos para alcanzarlo zarpan un día a bordo del Conte Grande, un trasatlántico mítico en la historia de la emigración, hacia otras tierras. Primer escala, Brasil, 2 años de residencia. Segundo escala, Buenos Aires. La estadía argentina que en un principio iba a durar el tiempo necesario para que papá Francisco encuentre su ”América”, se prolonga para siempre.

En la Argentina Gian Franco retoma los estudios. Lo hace en forma privada a la usanza de las antiguas y nobles familias. En efecto tiene un profesor particular, casi un preceptor. Va todos las mañanas a estudiar a la casa del “Professor Ginobili”, licenciado en lengua italiana, literatura latina, griega, en filosofía y en historia del arte. Además es pintor y periodista. Un humanista con todas las cartas en regla para transferir conocimiento a cualquiera que tuviese inquietud. Gian Franco las tiene. Es curioso, lee a Leopardi, Carducci, Manzoni, Pavese, indaga sobre los Etruscos y escribe poemas en italiano, sonetos, que le publica IL Giornale D’ Italia.

El profesor Ginobili lo lleva de la mano por los caminos de la filosofía, el arte y la literatura. Ese encuentro lo marca profundamente. En una familia napolitana no es raro que cante toda la familia y bien. En Nápoles o en Buenos Aires o en Toronto, ese pasado de canzonettas está siempre presente. En casa la madre canta mientras plancha, mientras cocina el famoso ragú, el estofado más perfumado del mundo, según los napolitanos, canta el papá “Una furtiva lacrima”, cantan los hermanos y canta Gian Franco. El canto es para los napolitanos lo que la salsa y el bolero son para los cubanos. Gian Franco también canta entre amigos, en reuniones, en fiestas. Le dicen que tiene buena voz, tal vez un poco ronca, hasta que un día se anima a cantar en público acompañado por una orquesta. Recibe aplausos, apoyo, aliento. Fantasea con meterse en el canto.

Lo que fantasea se vuelve realidad. Un amigo le consigue un contrato en un piano bar, 1966. Otro amigo le consigue un contacto en la televisión y otro le presenta a un personaje de la radio muy influyente.

En 1967, el cantautor italiano Luigi Tenco se suicida durante el Festival de San Remo. Participaba con una canción “CIAO AMORE CIAO”. Le proponen a Pagliaro grabar la canción que el malogrado Luigi Tenco no había registrado en los estudios.

En pocas semanas CIAO AMORE CIAO, en la voz de Gian Franco y cantada en italiano, se coloca al tope del ranking. Lo que viene después podría decirse que es historia sabida. Por las dudas vamos a puntualizar algunos hechos hasta 1976.

En 1968 graba sus primeros temas en castellano: “Otra vez en el mismo bar” y “Este amor”. El disco es muy bien recibido por la crítica y el público. Pagliaro promete. Su voz cautiva. Su acento itálico es “vendedor”. En 1970 gana el IV Festival de la Canción de Buenos Aires, con “Las cosas que me alejan de ti”.

En 1971, en el mismo Festival, se presenta con otra canción de su autoría, “Yo te nombro”. El tema, que había pasado a la final con el máximo de los votos, es bochado a último momento. Pagliaro no acepta la decisión del jurado y arma un lío, mejor dicho un escándalo de proporciones enormes. Los medios de difusión no le toleran semejante actitud de enfrentamiento y le cuelgan la etiqueta de descontrolado, poco confiable, raro, subversivo, desagradecido y resentido. La Sociedad Argentina de Locutores amenaza con querellarlo por infamia y calumnias. La amenaza no se cumple, tan solo lo silencian en todas las radios.

“Comencé esta carrera con el pie derecho. Luego metí el pie izquierdo, la mano izquierda y la parte izquierda de mi corazón y las cosas ya no fueron las mismas para mí”, declara en una entrevista. Esa parte polémica, crítica y criticada, incorfomista, audaz, lo llevó a Pagliaro a convertirse en el porta estandarte de la canción de protesta en aquellos años de luchas y utopías y en uno de los primeros prohibidos por el gobierno militar y los medios de difusión.. Pensar en voz alta no era conveniente en ese entonces y Gian Franco, no sólo pensaba en voz alta, sino también hablaba y cantaba en voz alta.

En el mismo año, 1971, graba un disco sobre obras de Neruda musicalizadas por él mismo, ya lo había hecho con obras de Almafuerte, Rubén Darío, Bécquer, José Martí. Para 1974 Gian Franco es un cantautor exitoso a pesar de la censura y un referente y protagonista de la música argentina de esos años que se debatía entre lo comercial y el compromiso.

TODOS LOS BARCOS, VENDRAS CON EL MAR, LAS COSAS QUE ME ALEJAN DE TI, YO TE NOMBRO LIBERTAD, AMIGOS MIOS ME ENAMORE, NO TE VAYAS ENTOCES, LA BALADA DEL BOLUDO son algunos de los temas que le han dado fama y respeto. Artistas como Iva Zannicchi, Nacha Guevara, Leonardo Favio, Sandro, Enrique Guzmán, Héctor Cabrera, Jairo, Wilkyns, Sergio Denis, Sanampay, Los de Siempre, Carlos Torres Vila, Miguel Ángel Robles, La Mona Jiménez, entre otros, han grabado sus canciones. En 1976 su amigo Leonardo Favio lo convence a filmar bajo sus órdenes y al lado de Carlos Monzón, “Soñar Soñar “, hoy por hoy convertida en una película de culto.

1976 fue también el año en que los militares tomaron el poder en la Argentina y nada, pero absolutamente nada, desde ese día, 24 de marzo, fue igual. Se alteraron todos los destinos. “Todos, quien más y quien menos, perdimos lo mejor de nosotros en ese entonces”, escribirá Pagliaro tiempo después.

Causas de su muerte

El cantautor italiano Gian Franco Pagliaro falleció a los 70 años como consecuencia de un paro cardíaco el 27 de marzo de 2012. Los restos del intérprete, actor, poeta y músico radicado en la Argentina no fueron velados. En tanto, la inhumación se llevó a cabo, a las 4:00 p.m. en el Panteón de Sadaic, del cementerio porteño de la Chacarita.

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