HACHAMANTA


Hecha pasión para su público

Itagüí los conoce y los recuerda. Cada año, en el famoso Día de la Pereza, han subido al escenario y al ritmo de zampoñas, quenas,  bombos, charangos y guitarras que se unen a sus voces,  han deleitado con su presentación. 

Y cuando digo que han bailado su música, no lo digo por decir: literalmente he visto personas bailarse una presentación completa de Hachamanta. Y no es difícil entender por qué. Definitivamente su música no solo suena bien, sino que transmite, mueve, toca las fibras y es un verdadero placer.

Hachamanta no es el primer grupo de música andina que nace en el municipio de Itagüí, de hecho ellos se reconocen herederos y responsables de conservar una tradición que empezaron agrupaciones como Bitagui, Sol Mayor y Alturas. Mantener viva la llama de la música andina no solo en Itagüí, sino en todo el Valle de Aburrá es la motivación con la que todos los días trabajan.

En el 2014 llegarán a 16 años tocando música andina hecha en Itagüí. Talento y disciplina los han llevado no solo a ganarse sino a mantener el reconocimiento de un público que los sigue y que al igual que la agrupación, ha ido creciendo a lo largo de su trayectoria.  

Así, han pisado no solo las tarimas Itagüíseñas, sino las de otros municipios de Antioquia e incluso de otros departamentos. Es una de las agrupaciones de música andina más vigentes y posicionadas, y éste es solo uno de los logros que han alcanzado durante su carrera. En el 2013 y después de participar en el festival Antioquia Vive la Música que se celebró en el municipio de Remedios- Antioquia, Hachamanta arrasó conquistando el primer puesto en su modalidad, premio al mejor grupo del encuentro y mejor instrumentista.

Los logros obtenidos durante el festival, en el que compitieron 239 agrupaciones y 4.698 músicos, son considerados por los integrantes de Hachamanta no solo un triunfo para la agrupación, sino un triunfo para el género que por segundo año consecutivo obtiene el máximo reconocimiento en la categoría de músicas tradicionales y populares.  

En su propósito de mantenerse activos en el ámbito de la música andina y no solo de interpretarla sino de fomentarla y transmitirla, Hachamanta dirige el semillero Hilurihacha. Desde la pedagogía, Hachamanta pretende transmitirle a los niños no solo sus conocimientos musicales sino también el amor y el respeto por la música mientras crecen como artistas.  

El futuro les hace buena cara y los mantiene ocupados. Para el corto plazo preparan su participación en festivales departamentales y proyectos culturales. Hilurihacha y la Corporación Ocamá siguen siendo procesos sociales y culturales que los desvelan. Y, mientras trabajan en una cosa y en la otra,  lo harán también en su trabajo discográfico, todo con el mismo objetivo: posicionar la música andina en el panorama nacional. 

Comentarios