Retrospectiva del maestro Ernesto García Mejía, 2ª Parte


“Debo admitir que por encima de mi debe de haber una fuerza, no sé si se llamará Dios, Alá o Naturaleza..” dice el escritor en esta segunda entrega

En esta segunda parte de la entrevista hecha al maestro, escritor “Siderense-Itagüiseño”, nos habla de sus inicios en la escritura, lo que piensa de la muerte y de Dios, sus temores, así mismo nos comparte el poema que hizo para un evento en el que participó tres días antes del plebiscito por la paz, este reportaje lo hicimos precisamente, minutos antes de que García Mejía saliera a escena.  

¿En qué momento empieza la escritura, en qué año empieza la afición por las letras, la poesía?

“Yo escribo desde que aprendí en el escuela a escribir a hilvanar una letra con otra, desde eso yo escribía, no diría que poesía pero le escribí unos versos al Atlético Nacional, nunca dejé de escribir, lo que pasa es que yo escribía y guardaba, escribía y guardaba, hasta que alguna vez, en el Sindicato de Polímeros, iniciamos la revista Prometeo, que fue una idea de Héctor Vásquez y Pablo Julio Domínguez, en el tercero cuarto número apareció publicada mi primera poesía, “Cópula Negra”.

¿En las letras tiene qué ver algo su señora madre “Pepa”?

 “¡¡Claro!!,  tiene que ver definitivamente, porque la injerencia de ella dentro del proceso no mío, sino de todo los hermanos míos como cultora del idioma fue definitiva, porque mi mamá con su escaso nivel académico, ya se había leído a Walt Whitman, a Rosalba y Arturo Suárez, se había leído a Hugo Wast, yo no conocía a Hugo Wast y mi mamá se leyó casi todas las obras de él un argentino Gustavo Adolfo Martínez Zuviría, mi mamá se leyó a José Eustasio Rivera, a Jorge Isaac, entonces ella era un referente enorme, nosotros en la escuela, en el colegio, ella nos hacía los resúmenes de los libros, lo que yo escribía, mi mamá me lo arreglaba, me lo criticaba, ella era la crítica número uno, entonces la injerencia de ella fue definitiva no solo conmigo sino con todos, el rol que jugó ella en el contexto cultural de nosotros fue definitivo”.

Un momento que lo haya tatuado en su vida

“Algo que me tatuó, inicialmente una cosa que yo estando muy niño, algo que me impactó fue la muerte de mi abuela, porque yo no sabía que era la muerte, si sabía pero no la había sentido tan cerca”.

¿Y qué piensa de la muerte hoy en día?

 “Noo, es un proceso normal, el pedacito que le queda faltando a la vida”.

¿Cree ud que hay algo más allá?

“Yo no sé, de pronto la materia si tiene que evolucionar, pero no lo veo en la forma que se dice que vamos a tener acceso a otra vida, no, si no que esta materia que uno tiene, eso no se crea ni se pierde, eso se transforma, de pronto vamos a resultar siendo un árbol o ayudando a que un árbol crezca o a que un pájaro vuele, no sé, en alguna forma, la energía de nosotros se va a transformar y va a ser soporte de otros contexto cósmico”.

¿Ud cree en la reencarnación?

“No, particularmente lo veo como muy inverosímil, puede darse pero particularmente lo veo inverosímil”.

¿Cuál es su percepción de Dios?

“¡Ummm!, debo admitir que por encima de mi debe de haber una fuerza, no sé si se llamará Dios, Alá, Naturaleza, pero por encima de mí, yo admito una fuerza lógico, un ordenador superior a mí tiene que existir obligatoriamente, yo no soy único ni soy una isla, entonces hay alguien que ordena esto y que tiene que organizar este cuento, para conservar este equilibrio, debe de haber alguien”.

¿Qué piensa del perdón?   

“Yo creo que es algo necesario para complementarse como persona, creo que cuando nosotros nos sentimos incapaces de perdonar, nos queda faltando algo para ser más humanos”.

Sin hablar de política, ¿Cómo cree que está organizado o desorganizado este país?

“Es muy difícil responderte esa pregunta desvinculándola de la cuestión política, porque aquí el desorden y el caos que impera es el producto de una clase oligarca incontrolable en sus aspiraciones, entonces ahí a raíz de eso comenzó ese desequilibrio, entonces Alfonso no lo podemos desvincular de la cuestión política, porque esto que se vive ahora es la secuela de lo que vivimos en la etapa del 30, del 48, en el 50 cuando se inició la violencia, cuando nuestros pueblos, nuestros campesinos se mataban por dos trapos rojo y azul, los grandes capos, los Carlos Lleras Restrepo, los Ospina, los Laureano Gómez, en el Palacio de Nariño se la pasaban tomando Whisky, entonces contra eso estoy yo en contra, de que nos vuelvan a repetir la historia, nosotros aquí enfrentados por un SI o por un NO, o por un partido liberal o conservador, mientras Santos y Uribe, mientras los líderes en los clubes departiendo y riéndose de nosotros, entonces tenemos que madurar”.   

¿Cuándo había más corrupción, hace 50 años atrás o ahora?

“En la medida que la población crece, la capacidad de corrupción va avanzando y los participantes en la torta van creciendo lógicamente, pero que la corrupción existe hace mucho, la corrupción en si es tan eterna y primaria como la humanidad”.

La Estrella o Itagüí para ud, ¿cuál de los dos?

“La Estrella es mi pueblo, lo adoro, me inspira una ternura un afecto maternal enorme, lo siento y me camina por los poros, pero no puedo olvidar a Itagüí tampoco, porque en Itagüí tengo los mejores momentos y los más desagradables que vivido en la vida, mis amigos, mi gente, mis amores han tenido que ver con Itagüí, entonces yo a Itagüí tampoco lo puedo aislar, yo creo que los tengo más o menos en el mismo plato”.

A propósito de Itagüí, ¿cómo podríamos mejorar la vida en este municipio?

“Con menos corrupción y más equidad, pero eso es una cosa difícil de combatir, lo veo muy utópico, porque aquí tenemos una gente muy ávida de poder, ávida de dinero y eso arma vientos incontrolables, ningún presupuesto les va a alcanzar, entonces en la medida en que nosotros no nos aglutinemos en torno a necesidades y objetivos comunes, nos van a avasallar, nos van a despedazar y cuando reaccionemos no nos dejaron nada”.

Si esa fuerza que ud llama Universo, Naturaleza, le diera la oportunidad a ud de volver a nacer, ¡dónde pediría?    

“No cambiaría de sitio. No, no, no, yo no puedo renegar de mi cuna”.

¿Pediría que le mejorara algo?

“Creo que he sido feliz, mi proyecto lo logré, en la medida en que yo procuré cosas, como querer la gente y lo he logrado, no ahora sino toda la vida, me preocupo por querer la gente, me preocupo mucho por acostarme cada día muy liviano, sin sentir odio ni rencores y haciendo fuerza para que a la gente le vaya bien”.

¿Ernesto a qué le teme?

“A una ira de Dios y a una escases de mujeres (RISAS)”

¿Por qué a una escases de mujeres habiendo tantas?

“Era una respuesta que me parece que la daba Cosiaca o Pedro Rímales, que le preguntaron eso y respondía así”.

En Itagüí hay muchas mujeres

“Sí, claro que muchas y muy bien hermosas, no, no, yo lo digo peyorativamente, metafóricamente, yo no le temo a eso, tengo una mujer al lado que con ella me siento súper bien, ya realizado con ella”.

Ud es un buen catador de licores, ¿Cuál es el mejor aguardiente de Colombia?

“El de la Fabrica de Licores de Antioquia pero que no sea adulterado, tuve la oportunidad de degustarlo en la propia fuente durante siete meses y no lo cambio por nada”.

¿Cuánto hace que toma aguardiente?

 “Desde tiempos inmemorables, desde la época antediluviana”.

¿Recuerda algún personaje itagüiseño que haya traspasado fronteras?

“Un personaje que no lo puedo dejar de lado, tiene la misma trayectoria mía, vivió en Itagüí pero nació en La Estrella, Juvenal Herrera Torres. Fue reconocido a nivel internacional literariamente (estoy pugnando, manejando un proyecto en La Estrella para que la Casa de la Cultura lleve el nombre de Juvenal Herrera Torres en vez de Francisco Carrillo de Albornoz que fue el asesino de los indios, de los indígenas, como un reconocimiento a este hombre que fue un líder sindical, un gran escritor, un erudito en el tema bolivariano), además de aquí de Itagüí, gente muy enorme, de pronto que a nivel internacional no les conozco su trayectoria, pero a nivel local gente muy maravillosa, muy buena. Por allá recuerdo un señor que era muy amigo de mi papá, con cara de honorabilidad, de seriedad y de servicio, Don Felix Montoya. Un tipo que en medio de su locura, de su enajenación fue un hito para mí fue Don Jaime Villegas, el popular “Minuto”, loor a “Minuto”. También quiero reconocer a José María Ocre, “Chepe” es un personaje extraordinario, maravilloso, un tipo para mi representativo de la cultura itaguiseña”.

Esta nota la está leyendo gran cantidad de la población de Itagüí, ¿qué les quisiera decir a ellos?

“El mensaje que les quiero decir es que siempre del debemos apostar a la paz”.

¿Ud cree que en este país habrá paz algún día?    

“Para cuando salga esta entrevista, quiero compartirles un argumento con el que voy a participar en un evento en que participé y salí a escena días antes del plebiscito por la paz, dice así:”

¿Por qué estoy aquí?

Estoy aquí, porque cada que he lanzado los dados del corazón

siempre han caído con sus caras hacia el sosiego.

Porque la paz me ha seducido incluyendo sus flaquezas, derrotas, esperanzas rotas a intentos fallidos.

Estoy aquí, porque es más aromoso el abrazo que el fusil, porque es más liviano el oxigeno que el plomo, porque s más melodioso el trino que el disparo.

Estoy aquí, porque la sonrisa es más seductora que el odio, porque el abrazo es más caluroso que la agonía, porque es más nutritiva una manzana que una granada.

Estoy aquí, porque es más seductora la música que el abaleo, porque disfruto más a Jach’ a Manta que las detonaciones, porque hay más música en la voz de Catalina, que en el grito de un militar.

Porque una melodía en la voz de Luis Barreiro, nunca tendrá el aroma perverso de la pólvora.

Estoy aquí, porque es más valiosa la respiración que la muerte, porque los niños de nuestro país tienen derecho a la próxima, a las próximas miles de madrugadas.

En síntesis estoy aquí, porque la palabra es más encantadora que el ataúd.”   

“Ese es el saludo para todos los itagüiseños y de paso enviarles un abrazo, reiterarles que los quiero mucho que yo también tengo esa dermis llena de la calidad de los itaguiseños”.

Finalmente, ¿Cuándo sale su próximo libro?

“No estoy como apostándole mucho a eso Alfonso, estoy como muy metido en el cuento escribiendo, de pronto después que si me da tiempo la vida, lo publicaré, sino de pronto ya tengo a alguien que se encargue de publicar mis memorias, pero compartirlos con la gente”.

Ud me habla de un gran oyente de El Escenario de los Clásicos, hablemos de él..

“Es un primo del hombre con el que estoy vinculado trabajando, es una persona muy valiosa, muy culta, tengo amistad con él hace mucho rato, lo tengo en un sitio muy especial, se llama Víctor Volney Vélez Velásquez…él alguna vez me dijo que escuchaba El Escenario de los Clásicos, por eso le hago esta mención”.

Muchas gracias por estar en El Escenario de los Clásicos, Dios le bendiga..

“Gracias Alfonso, reiterarte también mis deseos por tu página y emisora, porque tu proyecto cultural siga adelante y agradecerte que me hayas elegido para esta entrevista, mi Dios te pague y un abrazote muy grande”.

Comentarios