Retrospectiva del maestro Ernesto García Mejía 1ª Parte


El escritor hace un recuento de sus primeros años como estudiante, su participación en actividades culturales y deportivas en los años 60’s y 70’, un reportaje publicado en 2 entregas.

El maestro Ernesto García Mejía, un siderense-itagüiseño, escritor por vocación, respondió a una entrevista que este medio le hiciera tres días antes del Plebiscito.  

Nacido en el municipio de La Estrella el 23 de febrero de 1953, muy pequeño (de meses) sus padres se habían radicado hacía 9 años en el barrio San Francisco de Itagüí, en la casa que él llama “El Caserón” a la que le sacó un poema (publicado en http://www.elescenariodelosclasicos.com/verarticulo.php?codart=1856 hace poco).

Desde pequeño, a la edad de 7 años su afición primaria fue el fútbol, escuchaba las narraciones en la radio, lo jugaba, lo veía, lo escribía, pero pronto se dio cuenta que no era lo suyo, así tuviese una estatura a su favor lo llegó a practicar siendo portero, “pero no tapaba un buñuelo con una ruana, me entraban colchones boleados, entonces vi que era más que todo a nivel recreativo o lúdico” dice el escritor entre risas.

¿Qué recuerda Ernesto de San Francisco en esa época?

“Hay muchas cosas que recuerdo de cuando estaba muy pequeño, por ejemplo la muerte de Carlos Enrique Vargas, así mismo la muerte de Don Clemente Arenas, eran dos personajes importantes en el barrio, este último era un señor barbado, bonachón, noble, “patriarcudo”, yo estaba muy pequeño en ese entonces, también recuerdo la familia Múnera, las primeras casas del barrio, Leonardo Agudelo, Libardo Quiroz, bueno mucha gente”.

Háblanos de los primeros grupos culturales, los primeros equipos, los primeros amigos…

“En el proceso de sociedad-la primera sociedad del hombre es la familia, la segunda la de los amigos- estos últimos incluso los tuve muy reducidos antes de entrar a la escuela, eran vecinos: Ramiro Restrepo, Arcángel Muñoz, Tiberio Giraldo, los Londoño, William, Enrique, Jairo, Héctor, eran vecinos”.

¿Dónde estudio sus primeros años?  

“Primero y segundo de primaria en la Escuela San Francisco con Celina Múnera, era un solo grupo en la calle 28 con la carrera 68 del barrio San Francisco, fue una escuelita que funciono dos años, luego me fui para la Escuela Esteban Ochoa en el barrio San Gabriel y allí hice hasta 5° de primaria”.

¿Y el bachillerato?

“Fue muy diversificado, el primero y el segundo año los hice en el San Juan Eudes, el tercero en el Instituto Cristo Rey y el resto en el E.V.E, Enrique Vélez Escobar”.

¿Qué anécdotas recuerda de esa época?

 “Algo que nos marcó mucho fue una huelga que hicimos en sexto de bachillerato en el año 1972, fue la primera huelga que se dio en el E.V.E, esta se dio por un exceso de un profesor de química, de William Gómez contra un compañero nuestro llamado Rubén Darío Mejía, entonces contra Rubén Darío se tomaron unas medidas muy drásticas de parte del rector Gustavo Vélez Escobar y nosotros nos fuimos en protesta a no recibir clase de química, entonces los demás profesores por asociarse con el profesor de química no nos daban ninguna clase, se formó una controversia, nosotros no recibíamos química sino las otras clases, y ellos no nos daban sino química y las otras clases no nos la daban, por esta causa intervino la Secretaría de Educación y el resultado fue que nos despidieron a ocho y fue una “masacre académica enorme”, eso perdió el año el 90 % del salón”.

¿Cómo empieza su participación y liderazgo en los grupos culturales de San Francisco?

“Desde muy temprano vi que tenía capacidad para asociarme y para trabajar y estar unido a la gente, yo diría que el primer experimento fue el Club Juvenil Alborada, club que nació en la Heladería Tupinamba, eso fue un sábado por la noche, Jaime Restrepo Córdoba y yo, fuimos los que iniciamos el club, se nos ocurrió por que había existido un club en el barrio muy efímero, de una vida muy efímera, solo duró unos meses y se llamaba Tupinamba, entonces Jaime y yo nunca pertenecimos a ese club, entonces comenzamos a hacer una lista tentativa de la gente que nos podría acompañar en ese proyecto, a vuelo de pájaro dentro de esa lista estábamos: Olga y Clara Córdoba, Marco Fidel Ruiz, Gloria Holguín, Margarita Vélez, Oscar Restrepo, Fernando Cuartas, Hernán y Miguel Pérez, Estela Otálvaro y por supuesto Jaime y yo, éramos muy jóvenes todos estudiantes, ese proyecto alcanzó una envergadura que tuvo más alcance sociales y económicos que la misma Acción Comunal, sin embargo a nosotros no nos auxiliaba nadie, el grupo se sostenía por los aportes de cada uno de nosotros como estudiantes y de las actividades que hacíamos como: bailes, paseos, torneos de fútbol, realizábamos muchas actividades para sostenernos, incluso el club alcanzó a hacer torneos de declamación y de canto, una serie de actividades que la Acción Comunal no alcanzó a hacer y el club duró unos 8 años aproximadamente”.

¿Ud es una persona que sabe bastante de música, especialmente del tango, cómo se da su afición por este género musical?

“El tango básicamente se lo debo a mi hermano mayor Carlos, él fue el que llevó el tango a mi casa, cuando la situación económica era incipiente, Carlos apareció con un radio transistor y aún recuerdo que él ponía un programa en Radio Tricolor que llamaba “Tangos en La Tarde” y ponía tangos todo el día, los domingos escuchaba “Una Hora en Buenos Aires” cuya cortina musical era la “Tablada” de Edgardo Donato, programa dirigido por Hernán Caro, eso era información sobre tanto, entonces yo me fui aferrando al tango, yo me levanté escuchando a Julio de Caro, Óscar la Roca, Carlos Gardel, Agustín Magaldi, Julio Sosa, a toda la orquesta de Francisco Canaro, a Ernesto Famá, a Andrés Galarce. Tuve la oportunidad de ver en vivo aquí en Medellín a: Alberto Echagüe, Óscar la Roca, Armando Moreno, aquí en Itagüí también vi a la Orquesta Típica de Tokio con los vocalistas Ikuo Abo y Ranko Fujisawa”.

¿Qué piensa de la música actual?

“Es muy respetable. Para la época de nosotros: Leo Dan, Los Yetis, Sandro etc etc, toda la gente que estaba de moda, eran artistas muy fastidiosos para nuestros padres, entonces se van dando esas tonalidades, esos cambios, lo que ahora resulta el Reguetón, muy fastidioso para nosotros, pero a los muchachos de ahora les gusta y hay que respetarlo. ¿Qué me agrada?, para nada, yo sigo aferrado al pasillo, al tango a Peronet e Izurieta, a Margarita Cueto, Velásquez y Pichardo”.

Ud es un hombre que le ha gustado mucho el fútbol, ¿le tocó ver algo del Dorado?           

“No, no me tocó ver el Dorado, a mí me tocó ver cuando esa época había fenecido, me tocó ver a partir de 1963, pero aún eran residuos, esquirlas que quedaban del Dorado y me dejaron los ojos encantados, incluso viene a colación algo, El Dorado fue una época donde llegaron grandes figuras argentinas, yo diría que feneció, que murió en 1959, 1958, 1957, pero me atrevería a decir que aquí en 1965, se dio un brote nuevamente del Dorado, porque en 1965, cada equipo apareció con una figura, apareció Unión Magdalena con Quarentinha, Millonarios con Eduardo Texeira Lima, Nacional con Óscar “Coco” Rossi, Pereira con Dionisio Arsenio Valdés, Medellín con Omar Orestes Corbatta, Santa Fé con Joao Carlos, el Deportivo Cali era una estela, con Iroldo, Mario Desiderio, con Miguel Loaiza, el “Piojo” Yudica, el Junior con Dida que decían que era mejor que Pelé, incluso que Pelé lo remplazó a él, entonces para mi 1965 fue un año fantástico en cuanto a fútbol se refiere, era una fantasía, uno iba al estadio y tenía el espectáculo asegurado”.

¿Qué rescata del fútbol de los años 70’s?   

“En los años 70’s se dio una variante en los esquemas diferente, aún se conservaba mucha estética, fue la llegada de Óscar Calics, de Raúl Navarro, de Hernán Carlos Ramírez de Tito Gómez, de Jorge Hugo Fernández por el lado de Nacional, pero por el lado de Medellín fue una época de desaciertos, el DIM fue mandado a jugar a Barrancabermeja con el nombre de Oro Negro, vinieron a jugar una cantidad de tipos que tenían cualquier profesión, menos de futbolistas: Keurikian, Tolizano, Galluzo, Tourinho, esa fue una estafa, Ramiro Pérez, Medellín no acertaba con nada y realmente los hinchas merecían otra cosa porque era una hinchada muy fiel, muy constante, pero los directivos no acertaban, incluso hay una anécdota, comentaron que mandaron un directivo del DIM a la Argentina a buscar un 10 y no lo encontró y trajo dos 5”.

Del fútbol mundial, ¿a quién recuerda que haya venido a jugar al Atanasio Girardot?

“Me tocó ver a Pelé con el Santos aquí contra Nacional, ese día ganó Nacional 4 x 2, era el Nacional de Navarro, Calics, Juan Carlos Ramírez, en el año 1971, era un cuadrangular con Benfica de Portugal con Eusebio, Santos llegó con todas sus figuras, Carlos Alberto, Pelé…”.

La próxima semana

-El inicio de la escritura, que tuvo que ver Pepa con ese inicio.

-Lo que piensa de la muerte y de Dios.

-Lo que piensa del perdón.

-Lo que piensa de la situación del país.

-Lo que piensa de Itagüí.

-Sus temores.

Estoy aquí, poema que escribió para el plebiscito 

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