A seis años de su desaparición, Sandro continúa en el corazón de los románticos


El Gitano de América, partió el 4 de enero de 2010

Hablar de Sandro de América, es enumerar una gran cantidad de hechos románticos que quedaron tatuados en el corazón de los seguidores de la música romántica de todos los tiempos, aquella que tuvo su época dorada entre los años 60’s y 80’s.

Roberto Sánchez Ocampo, había nacido en el 19 de agosto de 1945 en el nosocomio público (Nosocomio es un hospital para niños), Maternidad Sardá ubicado en el barrio porteño de Parque Patricios un barrio al sur de la ciudad de Buenos Aires, Argentina.

Sánchez, fue hijo de Vicente Sánchez e Irma Nydia Ocampo, se cuenta  que cuando el pequeño nació, sus padres intentaron anotarlo legalmente con el nombre de Sandro, pero para aquella época las normas que regían al Registro Civil de las Personas no permitían ese tipo de nombres, por lo que eligieron bautizarlo como Roberto.

De todas formas, con los años y durante su incipiente carrera en la música, el joven haría honor no sólo a la elección del nombre de pila que habían soñado sus padres con utilizar, sino también a las raíces húngaras de su abuelo, de apellido Popadópulos, motivo por el cual se lo apodo el Gitano.

El 4 de enero de 2010, una terrible noticia invadía los hogares de la Argentina a través de los medios de comunicación del país, los cuales se hicieron eco de la tragedia y anunciaban: “A los 64 años ha muerto Sandro, el Gitano”.

La causa del deceso del icono de la balada, fue un shock séptico, una infección generalizada.

Pocas horas pasaron para que la muerte de Roberto Sánchez Ocampo concitara la atención de todos los medios de comunicación, incluso trascendiendo las fronteras del Mar del Plata, ya que su figura dentro del mundo de la música había logrado derribar los límites de su país natal.

Durante la despedida final, sus “nenas”, como solía llamar a sus fanáticas el ídolo, se mostraron ante las cámaras de televisión en medio de un luto incontenible que despertó el llanto incluso de aquellos ciudadanos que jamás cultivaron la música de Sandro.

Es que este hombre, de fuerte figura masculina, cabello oscuro y profundos ojos, ya había dejado de ser un simple músico, para convertirse en un verdadero icono que representaba la idiosincrasia del argentino.

Su talento y originalidad fueron los promotores del origen de una nueva corriente, por lo que es considerado un pionero de la balada romántica latinoamericana, ya que Sandro logró llevar adelante una empresa que parecía imposible, incluyendo en las canciones románticas y los boleros, los ritmos, el baile y las temáticas propias del rock and roll.

Durante el último adiós al Gitano, en aquella calurosa mañana del 5 de enero de 2010, más de 30.000 personas se acercaron en largas filas al Salón de los Pasos Perdidos, en el Congreso de la Nación Argentina, para despedir para siempre a uno de los más grandes artistas que sin dudas ha tenido la música romántica.

Entre las canciones más representativas del ídolo argentino se destacan:

“Mi amigo el puma”, “Tengo”, “Trigal”, “Rosa…Rosa”, “Cómo lo hice yo”, “Con los ojos del recuerdo”, “La vida continúa”, “El Maniquí”, “Porque yo te amo”, “Sin sentido”, “Ave de paso”, “Penumbras”, “Quiero llenarme de ti” y un sin número de canciones que quedaron tatuadas en el corazón de los melómanos de una época musical que jamás volverá.

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