Pasado, Presente y Futuro del Club Saltamontes 6ª Parte


“Comegato”, de lo imperativo fue pirómano, el bicicrós lo aplacó

Santiago Restrepo Sierra, cariñosamente le decían “Comegato”, chapa que nunca supo de dónde salió, lleva más de 20 años con ese apelativo sin que le moleste a pesar que todos los conocieron así con él.

Empezó en el bicicrós en diciembre del año 1990, primero porque era un niño muy imperativo, entonces por recomendación de los Psicólogos y los profesores del colegio se buscó esa opción, aparte de eso era pirómano, le echaba candela a todo lo que encontraba, entonces se recurrió a ese deporte.

Cuenta Restrepo Sierra que: “En esa época publicaban mucho en televisión un comercial de Maltica, donde se veían unos muchachos saltando en unas bicicletas en rampa, la vi y le dije a mamá, yo lo que quiero es esto  y así empecé, empezamos a buscar el lado, me arrime primero a Envigado que era la pista que existía en ese momento y por ese lado fue que empecé”.

Fue en la pista envigadeña que vio un grupito de itaguiseños, se arrimó a ellos y empezó ya que Itagüí no tenía pista, fue entonces en el 91 cuando llegó a Itagüí.

Tuvo la experiencia de estar en el mundial en Melgar-Tolima en el año 1995, experiencia inolvidable. En ese entonces entre los que fueron de Itagüí, tuvo un buen desempeño llegando casi hasta las finales, quedó sexto en la final desafortunadamente por una caída, pero se me gozó al 100%. En muchas ocasiones fue campeón en la categoría élite.

Anécdota

“Estábamos en Puerto Berrío en un campeonato departamental y como todo joven loco igual con el grupo de compañeros salimos en la noche a buscar la rumba, las amigas, llegamos a cierto sitio, entramos a una discoteca, luz bajita muy contentos todos con las chicas, cuando empezamos a hablar, sentimos un tono raro en sus voces y obviamente tuvimos que salir corriendo porque imagínense quienes eran. Es delicado pero bueno, después unas horas más tarde fue la gente de la discoteca hasta el hotel a buscarnos para cobrar la cuenta”.

Estuvo un tiempo retirado del bicicrós, unos siete u ocho años por una lesión que tuvo, esa lesión coincidió con la terminada del bachillerato, empezó a laborar, fue una época dura de la vida en la hubo que retirarse, tiempo después continuo su sueño y esas ganas de enseñarle a los pelaos de La Estrella, porque yo ha sido Siderense, darles lo que no tuvo en su municipio, lo que le dieron y enseñaron en Itagüí, se los quería transmitir a los niños siderenses, Lo que le enseño Leoncio.

“A muchos les ha dicho que soy hijo de Leoncio en el deporte”. Dice con gran entusiasmo.

“Con el apoyo de mi mamá y mi novia que hoy en día es mi esposa sacamos adelante un club en el que llevamos ocho años con él y se puede decir que continúo el legado que me dejó Leoncio, lo tengo en la Estrella, va por un buen camino tengo representaciones y títulos a nivel internacional gracias a Dios y la idea es seguir creciendo con esto”. Añade.

“Para mí el bicicrós es vida, soy consciente de que el deporte de alto rendimiento no es salud, pero si es vida, algo que si hoy lo sientes de corazón te hace grande como persona, te corrige, te lleva por buen camino, es un estilo de vida que nos hace grandes, que nos hace crecer y ojalá  todos esos jóvenes que nos encontramos en las esquinas, en los billares, hasta en los computadores, en las salas de juego de Play, estuviesen practicando deporte en vez de estar ahí metidos, estaríamos ahorrando obesos, e infartados y una cantidad de vicios que nos están sacando de lo que es la vida real, para mí el deporte una vida real una vida feliz llena de satisfacciones”. Finalizó.

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